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Independientemente de lo que causó la primera impresión y el fuerte golpe que tuvo en su tobillo derecho, el puertorriqueño Carlos Arroyo no está totalmente descartado del choque de mañana ante Grecia. El base tuvo un dolor intenso, se creyó que podría haber sido una fractura que lo iba a descartar del torneo, pero finalmente tras los estudios médicos se corroboró que no hay un daño óseo y que podría regresar a la acción pronto, incluso mañana.

Luis Molinary, médico de Puerto Rico, dijo que las radiografías que se le practicaron a Arroyo arrojaron un resultado negativo y que será evaluada día a día. "Había preocupación por la parte ósea, pero se le tomaron radiografías y fue evaluado por el ortopeda del torneo. Carlos no tiene mayores molestias en el tobillo, sino un poco más arriba", explicó el facultativo en diálogo con el periódico boricua El Nuevo Día.

Más adelante, el médico del seleccionado puertorriqueño detalló que recién antes de comenzar el partido ante Grecia se evaluará si estará o no disponible para jugar, dependiendo de cuál sea su condición física. "Obviamente la pierna le va a molestar, pero si no es una lesión incapacitante existe una posibilidad de que juegue", contó Molinary.

La inclusión de Arroyo puede estar dentro de los planes de Paco Olmos, y más teniendo en cuenta lo complicado que se le ha puesto el panorama al combinado boricua, que hoy trastabilló en su segunda presentación mundialista ante Senegal por 82-75. Hasta ese entonces, Arroyo había participado con 11 puntos, y su labor era importante dado que su dolencia se produjo recién apenas inició el segundo parcial.