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José Manuel Calderón está por fin a punto de regresar a las pistas y hacer su debut en competición oficial con la camiseta de los Knicks. Buenas noticias para él, y desde luego para su equipo, que necesita cualquier ayuda posible después de su calamitoso inicio de temporada: 3-10 ya, una marca que sólo empeora en el Este Philadelphia 76ers (0-11) e igual a la del peor equipo del Oeste, los Thunder devastados por las lesiones. Hasta los Lakers (3-9) están por delante del equipo de la Gran Manzana, en el que está teniendo un aterrizaje muy difícil el triángulo ofensivo de Phil Jackson y Derek Fisher, un sistema que requiere paciencia... y otro tipo de jugadores. Los Knicks, de hecho, esperan al próximo verano para jugar sus bazas una vez que puedan liberarse de los contratos gigantescos de Stoudemire y Bargnani.

Calderón ha estado en el dique seco por culpa de una lesión en el gemelo derecho que se complicó más de lo previsto. Primero se perdió el arranque de temporada ante los Bulls y después se anunció que su ausencia se alargaría. Ahora parece que está listo para volver y lo haría ante los Sixers en el Madison, el sábado y en duelo en los bajos fondos de la NBA.

Calderón tendrá un impacto inmediato en un equipo en el que se han repartido las funciones de base entre Prigioni, Larkin y un Shumpert que ha jugado más que nunca desde sus tiempos universitarios en esa posición. Además de para Calderón, el del sábado también podría ser el primer partido de la temporada para Andrea Bargnani.

FUENTE: As.