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Los números de Brussino, muy buenos por cierto, superan largamente lo realizado en la temporada 2013/14, pero no trasmiten el sacrificio, el tremendo esfuerzo y trabajo que viene realizando el joven jugador, que nació un 2 de marzo de 1993 en Cañada de Gómez (Santa Fe).

“El sacrificio es constante, nunca podes bajar los brazos. Yo cuando llegue a Regatas, en la temporada 2012/13, me detectaron un problema cardíaco, gracias a los controles exhaustivos que se hacen en el club, y en plena pretemporada estando en Colón me hicieron volver, y con la autorización de mi familia me operaron y ese problema quedó atrás, siendo sólo un recuerdo”, recordó Brussino, en una larga y tendida charla, sobre las palas épocas en sus comienzos en el club correntino.

“Ahora, después de un nuevo control, más que nada estudiando mi contextura, mi evolución física y talla, en donde ya estoy en 2.02 metros, 2.03 con zapatillas (se ríe), y peso 85 kilos, nos enteramos que soy celiaco. Así que estoy con un plan nuevo con la nutricionista del club y con un nuevo plantel de entrenamiento en el gimnasio. Así que acostumbrándome a todo esto nuevo para mí, pero que me esta resultando muy positivo”, admitió una de las grandes promesas del básquetbol Argentino.

Sobre su momento actual, comentó: “Me siento muy bien. Estoy atravesando un buen período, gracias al duro trabajo que vengo realizando que me da mucha confianza en mi mismo. Estoy trabajando el día a día. En el gimnasio con “Guille” (por el preparador físico Guillermo Stieg), en la cancha con Pablo y Nico (por Pablo Favarel y Nicolás Casalánguida), y la confianza que me dan ellos, junto a mis compañeros, es fundamental para este momento”.

“Yo no tengo más que palabras de agradecimiento para Emilio (Lanari, el presidente de Regatas), para Sotelo (el médico del plantel), por toda la preocupación y atenciones que tuvieron para conmigo en estos años, toda la gente del club. La verdad que estoy muy contento en Corrientes, en el club, con el equipo. Y quiero agradecer muy especialmente a mi familia, que sin su apoyo no podría estar viviendo este buen momento”, añadió.

Consultado por los entrenamientos diarios que viene realizando, Brussino señaló que “Nico (Casalánguida) es muy obsesivo por el trabajo de técnica individual. Es muy minucioso para todo. La verdad que estoy acostumbrado a su forma de trabajar. Siempre está encima de los juveniles, de mí, de Javier (Saiz), el año pasado con Mati (Matías Bortolín, ahora jugador de Atenas). Siempre nos aporta cosas, nos corrige permanentemente y su apoyo es fundamentalmente para este presente, porque en lugar de presionarte te da mucha confianza”.

“Yo particularmente intento mejorar en todo, haciendo un enfoque principal en la defensa. Pero el trabajo de destreza individual, de lanzamiento, a mi entender, tiene que ser un tema de preocupación personal, de cada uno, para crecer, para mejorar. Y si hay que quedarse después a tirar, hay que quedarse, no queda otra”, continuó.

La entrevista se detuvo por un momento, cuando Paolo Quinteros, figura de Regatas, quien salía del vestuario tras el entrenamiento matutino, tiró a la pasada: “Hay que cuidarlo al pibe ahora…ojo. Guarda con la prensa, que no se me agrande”. Brussino continuó inmediatamente la charla, relatando cuanto respeto le tiene al medallista Olímpico con la Selección argentina en Beijing 2008: “La verdad que no tengo más que palabras de agradecimiento para Paolo. Él siempre me esta aconsejando, corrigiendo. Es una ayuda constante, permanente. Es un grande porque es muy humilde, me enseña todo sin egoísmo. Por eso es de la “Generación Dorada”. Nunca me voy a olvidar de todo lo que me ayudo y ayuda, un grande”.

Para finalizar, y consultado por este gran presente de Regatas, que va puntero en la Conferencia Norte con un porcentaje de victorias de 91.7, Brussino señaló que la clave es que “estamos laburando muy bien desde principios de temporada. Los compañeros nuevos se acoplaron muy bien a la identidad que tiene Regatas desde que está Nico (Casalánguida) hace tres temporadas atrás”.