Brasil perdió su chance de hacer historia: Serbia a semis
16:10 10/09/2014 | Cayó 84-56, dando una imagen de pobreza emocional enorme, y quedando fuera de semis. Teodosic, la figura.
MMSu gran oportunidad. Ese era el título. Brasil, después de años de amagar, finalmente conseguía meterse en un partido de cuartos de final de un torneo grande ante un rival que no fuera Argentina, como en el Mundial 2002 o los Juegos Olímpicos 2012.
Por el contrario, haber vencido a su fantasma de la década le debía dar un impulso mental como para encarar el encuentro ante Serbia como favorito. Los serbios, que habían perdido contra Brasil en la primera ronda, venían levantando. Tras una fase en Granada mala, habían jugado un gran partido en octavos ante Grecia.
A pesar de los antecedentes favorables, a Brasil la responsabilidad le pesó enormemente. Principalmente a sus jugadores estrella, que demostraron no poder ser líderes de un partido que los necesitaba más que nunca. Y hablamos aquí de (en orden): Tiago Splitter, Leandrinho y Huertas. Nadie jugó bien, pero ellos 3 debían dar la cara. Y también Nené, aunque tuvo menos minutos.
Con Serbia apostando su juego ofensivo al perímetro, aprovechando la iluminada noche de su base Teodosic, y eliminando los caminos para que Brasil pudiera jugar cómodo con sus hombres grandes en la pintura, los europeos sacaron una pequeña ventaja de 21-17 en el primer cuarto, que perdieron en el arranque del segundo, cuando Magnano mandó a Alex para frenar a Teodosic (llevaba 8), y encima encontró en é dos bombas seguidas que le dieron el único liderazgo del partido desde ahí hasta el final del juego.
Brasil empezó, paradójicamente en ese avance en el tanteador, su declive sin fin. Sin explicación. Los tres jugadores mencionados al principio se hundieron en sus propias dudas, en su falta de carácter y se dejaron someter frente a una Serbia que, en general, defendió muy bien, pero que no fue la única razón para que Brasil mostrara lo que mostró.
En un momento del partido, las diferencias eran notables. Serbia se pasaba el balón con fluidez y siempre conseguía o buenos tiros o penetraciones y descargas para terminan en bandejas. Brasil se enceguecía jugando uno contra uno, ya sea con Leandrinho o con los pivotes, sin poder sacarle nada de jugo al pick and roll de Huertas, con Magnano intentanto variantes ya casi desesperadas (Taylor, Hettsheimer), porque el arranque del tercer cuarto fue calamitoso (había terminado 37-32 en contra la primera mitad).
Brasil no encontraba espacios para generar su juego, ni rebotes para correr, ni tiros abiertos para descomprimir la zona. Y encima, se enojaba. Una doble técnica (Marquinhos/Splitter), le permitió a Serbia meter un 7-0 en un solo ataque (5/6 libres más doble tras reposición), que le dio una ventaja de 16 y, prácticamente, quebró el partido.
Brasil no supo reaccionar, no pudo y, para ser sinceros, casi no lo intentó, porque su defensa cada vez fue más laxa y displicente, sin la agresividad que requería para revertir un trámite tan adverso, en el que se le iba la clasificación a semifinales.
No hubo forma. Sus figuras fueron un fiasco, se sometieron a un rival que los superaba en todo, y terminaron despidiéndose del torneo con un papelón colectivo. Serbia ganó 84-56, con 23 puntos de Teodosic, el genio que frotó la lámpara, esta vez para llevar a su equipo al trunfo, como en octavos ante Grecia. Brasil no tuvo nada para destacar: 34% de cancha, 3 puntos de Splitter, 4 de Huertas y 5 de Leandrinho. A este grupo le queda Río 2016 como único torneo para intentar cerrar un ciclo con un éxito.
Cuartos: 21-17, 37-32, 66-44 y 84-56.
Arbitros: Anderson (EEUU), Ryzhyk (UCR) y Reyes (MEX).
Fabián García (Enviado especial a Madrid, España)
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