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El primer cuarto fue, por lejos, el mejor de la visita en la noche. Al juego habitualmente vertiginoso que propone el equipo de Pisani le agregó intensidad en defensa y una efectividad enorme en triples para empezar a distanciarse cada vez más. Konsztadt sostuvo al dueño de casa dentro de un panorama complicado, pero la ventaja de Bahía Basket al finalizar los primeros diez minutos del encuentro fue de 23-13.

Prolongó un poco más el bahiense su buen momento en el arranque del segundo, clavó dos triples y la ventaja tocó su techo: 34-13. A partir de allí y hasta el final del partido fue todo de Boca, que de a poco empezó a hacerse dueño del juego tanto desde lo conceptual como en el resultado. Pese a estar lejos, el buen cierre de Flor y Boccia hicieron que el dueño de casa se vaya a los vestuarios perdiendo 51-38.

Ya en el tercer cuarto el momento positivo de Boca se acentuó y la diferencia cayó aún más. Ya en ese momento el visitante vivía de rentas, pero esos beneficios eran cada vez menores, Flor y Aguerre estaban encendidos, Leiva, Washington y Gargallo también hicieron lo suyo y el conjunto anfitrión se fue a los vestuarios perdiendo apenas por tres (68-65) y con todo por definirse en los diez minutos finales.

Y el aluvión Xeneize se mantuvo en el último, aunque en este cuarto con un nombre y apellido como eje fundamental. Adrián Boccia se hizo cargo del ataque local, sumó once unidades en el segmento y lideró a un Boca que se quedó con todo. Ya sobre el final, y con la cabeza en el desempate, los libres de Sansimoni y una corrida de Flor hicieron que el equipo de Narvarte gane por 6 y festeje por duplicado.