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Desde el análisis previo, uno de los grupos más competitivos y parejos parece ser el B, a jugarse en Tel Aviv (Israel). Lituania es el gran candidato y uno de los pocos seleccionados importantes sin bajas significativas. Los de Adomaitis contarán con sus habituales figuras, incluyendo a Kalnietis, Maciulis, Valanciunas, Kuzminskas y Motiejunas. Todo un peligro para los otros 23 combinados, aunque llamativamente perdió cinco de los nueve amistosos que disputó. Después de ahí, la zona se vuelve una verdadera incógnita en la que puede pasar cualquier cosa.

Alemania no tiene a Nowitzki pero sí a los NBA Dennis Schroder y Daniel Theis, además de un gran proyecto como Isaiah Hartenstein; Georgia, liderada por Pachulia, tuvo una gran preparación en la que acumuló victorias ante Letonia, Lituania, dos contra República Checa, Grecia y Serbia; Israel es local y puede competir con sus habituales armas (Mekel, Eliyahu, Casspi, Pnini, Halperin); la Italia de Ariel Filloy fue uno de los equipos más perjudicados por las ausencias (Gentile, Gallinari, Bargnani), pero aún así está más que capacitado para entrar entre los cuatro primeros, mientras que la potente Ucrania (con tres jugadores por encima de los 2,10) es la cenicienta del grupo.

Grupo C

Cluj-Napoca (Rumania) recibe a un Grupo C que tiene a dos de los máximos candidatos al título, pero a la vez una de las zonas más quebradas y disparejas desde el potencial de los seleccionados. Está claro que tanto Croacia como España se anotan como los favoritos a quedarse con los primeros dos lugares, aún cuando ambos se han visto muy afectados por las bajas: en los de Petrovic no estarán Hezonja, Zizi ni Tomic, mientras que España perdió a Llull por lesión y tampoco contará con Rudy Fernández, Reyes, Ibaka, Mirotic y Calderón. De todas maneras, si repasando ambos planteles vemos nombres como los hermanos Gasol y Hernangómez, Sergio Rodríguez, Rubio, Saric o Bogdanovic, se justifican las expectativas altas.

En el segundo escalón de la zona figuran la República Checa de Tomas Satoransky (sin Vesely) y el Montenegro de Nikola Vucevic, Tyrese Rice y Bojan Dubljevic, que se anota como una posible revelación de la competencia. Con menos chances parecen estar la Hungría de Adam Hanga y el local Rumania, casi sin jugadores en ligas relevantes.

Grupo D

Junto con el B, la historia más pareja parece estar en el Grupo D con sede en Estambul, Turquía. A priori, todo indica que Serbia es el gran favorito, pero sin Teodosic, Jokic, Bjelica ni Raduljica, los de Djordjevic tendrán un duro camino por recorrer, con Marjanovic y Bogdanovic como principales referencias. El tema para los últimos subcampeones olímpicos es que tendrán rivales muy complicados, en una llave en la que casi cualquiera puede ilusionarse con meterse entre los dos primeros.