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Lamas lo repitió mil veces entre el triunfo ante Filipinas y el día libre: "Tenemos que tratar de llevar el juego hacia nuestro terreno". La clave estaba ahí, y quedó claro desde el segundo 1 del partido.

Argentina conocía sus limitaciones física y también las de su rival, y lo dominó completamente desde lo táctico, con dos o tres situaciones básicas, que los senegaleses no supieron contrarrestar, porque no están acostumbrados a este nivel y porque la capacidad de scouting de un cuerpo técnico y otro marcó grandes diferencias.

Con Chapu sobre Diegn (como con Blatche antes de ayer), más un juego de pases brillantemente manejado por Prigioni y reglas defensivas precisas y ejecutadas casi a la perfección, Argentina se encontró con una ventaja muy rápida de 12-2, porque además atacó con mucha eficacia en el juego perimetral (4/7 triples en el primer cuarto).

Senegal no encontraba la forma de sacar ventajas con su gente grande, porque no estuvo preparada para devolver una táctica con otra. Pensaban que Dieng tendría que luchar contra un grande, y se encontraron con un Nocioni que no se la dejaba tocar. Pensaban correr y apenas pudieron. Pensaban sacar ventaja con su altura y no supieron cómo hacerlo ante los doblajes y demás varios que le opuso Argentina. 

Igualmente, la sacaron barata en el primer cuarto (Argentina 20-15), por algunas pérdidas del equipo nacional, por la rotación de Lamas (lógica) que hizo que bajara un poquito la intensidad y porque la efectividad también bajó un poco.

Pero en el segundo cuarto fue una máquina. No falló prácticamente nunca. Siguió defendiendo a Dieng fuerte con Chapu o Leo Gutiérrez, Laprovíttola entró bien por un Campazzo cargado de faltas, Mata también, se volvió a defender con mucha inteligencia y a buscar buenos tiros. 

Senegal estaba tan confundido y frustrado que ni siquiera se daba cuenta que, si defendía bien, agresivo, como se esperaba, podía emparejar el trámite. Y evidentemente, hasta el descanso largo, no tuvo reacciones parciales como para corregir lo que pasaba.

El tema es que se fue al entretiempo 17 abajo (41-24), deprimido, y ya estaba claro que tendría que remarla mucho para darlo vuelta. Al menos, en los siguientes 10 minutos, tuvo la actitud de defender con su gente grande, con lo cual frenó la parte ofensiva de Argentina, dejándola en solo 12 puntos. 

Sin embargo, erró el camino ofensivo. En parte, por la inteligencia táctica de su rival, y en parte porque no encontró variantes que le permitieran llegar cerca del cesto, salvo los rebotes ofensivos.

Entonces terminó exagerando, para beneficio de Argentina, con el tiro de tres puntos, que siguió sin entrarle (1/10 en el total del juego). La renta de 15 (53-38), era alta dentro de un goleo bajo, con lo cual era cuestión de no cometer grandes errores.

Argentina no los cometió y, de hecho, igualó la máxima al minuto (57-38), porque Senegal empezó a sentir el peso de un partido que se le iba y al que no podía encontrarle ningún agujero a su favor. 

Argentina tuvo muchas virtudes, pero la mayor fue la intensidad plena en cada momento, sin bajarla pese a que la diferencia se seguía ampliando. Y esa confianza que le generó ver que defendía tan bien, que no podían con ellos, se plasmó, como suele pasar, con tiros de alto porcentaje. 

Senegal intentó ir a la zona para buscar una alternativa, y Argentina la perforó a triples, con muchos pases, y distintas vías de lanzamiento. Y en un momento el reloj marcó un increíble 79-44: 35 puntos de diferencia, con baile. 

Argentina se paseó los últimos 5 minutos, aprovechando para hacer debutar a los dos que faltaban: Bortolín y Gallizzi. Enorme actuación del equipo argentino, que viene muy bien para jugarse mañana ante Grecia quizá el número 1 del Grupo B (si Grecia vence a Croacia hoy), algo que le sumaría confianza antes del momento más importante del campeonato.

Senegal (46): Hamady Ndiaye 6, Xane Dalmeida 9, Maleye Ndoye 2, Mouhammad Faye 2 y Gorgui Dieng 11 (Formación inicial); Thierno Niang 2, Ibrahima Thomas 0, Mamadou Ndoye 0, Mohamet Diop 4, Maurice Ndour 6 y Abdou Badji 4. Entrenador: Cheikh Sarr.

Argentina (81): Pablo Prigioni 10, Facundo Campazzo 4, Walter Herrmann 11, Andrés Nocioni 3 y Luis Scola 22 (Formación inicial); Tayavek Gallizzi 2, Marcos Mata 8, Nicolás Laprovittola 8, Leonardo Gutiérrez 8, Marcos Delía 3, Matías Bortolín 2 y Selem Safar 0. Entrenador: Julio Lamas.

Cuartos: 15-20, 24-41, 38-53 y 46-81.

Arbitros: Ilija Belosevic (Serbia), Stephen Seibel (Canadá) y Mohammad Alamiri (Kuwait).
Estadio: Pabellón Municipal San Pablo, Sevilla - España.