Análisis: Venezuela, a puro corazón
14:43 29/08/2019 | Los venezolanos vienen de vivir la década más exitosa a nivel americano, pero acá se encontrarán con otra realidad. Solo podrán emparejar la historia con mucho amor propio y juego de conjunto.
Néstor Colmenares (Foto FIBA)
. Grupo: A
. Participaciones en Mundiales: 3
. Última vez: Japón 2006
. Mejor ubicación: 11º en Argentina 1990
. Figura: Gregory Vargas
. Jugadores en la NBA: -
. Jugadores en Euroliga: -
. Ránking FIBA: 20°
. Récord en Eliminatorias: 9-3
Venezuela no es un país acostumbrado a participar de este tipo de torneos. De hecho, pese a venir de una década de grandes triunfos a nivel regional (campeón del Preolímpico 2015), dos veces campeón sudamericano, gran actuación en las ventanas), no ha podido insertarse al nivel internacional grande, al punto que no participa de un Mundial desde Japón 2006, donde además le fue muy mal (21º). En Juegos Olímpicos, solamente estuvo en Río 2016 y Barcelona 1992. Es decir, tiene pocas manera de compararse con los demás países del mundo.
Ahora está con el proceso de Fernando Duró como entrenador, un argentino que sucedió a otro argentino, como Néstor García, tanto en la selección como en Guaros, donde en ambos había sido muy exitoso. Duró consiguió sus propios objetivos con el equipo, más allá de los gravísimos problemas que siempre tuvo que sobrellevar por la delicada situación del país, pero de algún modo pudo encapsular al equipo nacional para abstraerlo de toda esa situación, sobre todo en el último mes, cuando partió para Lima para los Panamericanos y de ahí a Europa para seguir la preparación del equipo con muchos y muy buenos partidos de fogueo.
El Grupo A que le toca a Venezuela no es malo para su intención inicial de pasar de ronda. Hay un equipo débil como Costa de Marfil y luego ningún cuco. China es el local, pero su poderío, en principio, no es el de otros tiempos, aunque para Venezuela tienen lo que más adolece el equipo sudamericano: tamaño. Los pivotes habituales de Venezuela (Colmenares y Graterol), son muy pequeños y emparejar el juego físico, tanto de China como de Polonia, le costará a horrores.
Claro que los venezolanos tienen sus armas, bien aprendidas en estos años a partir de la falta de talla. La principal es claramente la defensa, porque si no consigue potenciar esa función al 110%, no tendrá ninguna chance. En la gira logró competir contra equipos como Turquía y Rusia, incluso venciendo a los turcos, lo que le sirvió para darse cuenta a los jugadores dónde están sus límites. La continuidad en el equipo de una buena parte del plantel es también un punto muy a favor en un torneo donde unas semanas buenas de entrenamiento a veces no sirven para equiparar el desconocimiento que hay entre sus miembros. Eso, Venezuela lo tiene asegurado.
