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"Estoy convencido de que es jugador extremadamente altruista”, había confesado Rubén Magnano en una entrevista en 2008. La persona a la que hacía referencia era Andre Laws, quien fue un determinante extranjero que tuvo un corto, pero exitoso, paso por la Liga Nacional de Básquet de Argentina. Corría como pocos, defendía, anotaba y amaba el clutch. Sabía que jugaba con otras estrellas y estaba dispuesto a dar para recibir.  

Disputó apenas 143 partidos en Argentina, que le valieron ser recordado por muchos fanáticos del país. De todas las provincias quizás sea Córdoba la que más lo adora, ya que fue allí donde el norteamericano se bañó de gloria, ganando la Liga Nacional en la temporada 2008/09. Su paso en esa campaña fue celestial: campeón, MVP de las finales y héroe de los suyos (16 y 21 puntos en el quinto y sexto juego de las finales ante Peñarol respectivamente).  

Aquel lapso fue majestuoso y promedió 12.2 puntos, 2.0 rebotes, 1.9 asistencias y 1.2 robos que verdaderamente no simbolizan su trabajo en su totalidad. Energía, intensidad, solidaridad y personalidad eran las características que lo acompañan. Algunas de ellas, tal vez la mayoría, no aparecen en los números, pero sí que son importantes. 

En Córdoba se mantuvo una campaña más, en la que disputó 38 partidos. Luego jugó 47 encuentros para Olímpico de La Banda y nunca volvió. 11.6 puntos, 2.1 rebotes y 2.2 asistencias fueron sus guarismos definitivos en sus cortas tres temporadas en el país. Un título, muchas risas y un festejo que todavía sigue.