Basquetplus.com

Para Andrés Forray la presente temporada tuvo un final feliz e inmejorable. El argentino fue el conductor del Aquila Basket Trento que recientemente se consagró campeón de la LegaDue  y que logró su anhelado sueño de ascenso a la Lega, la primera división del baloncesto italiano. Forray, capitán del equipo, brilló en las finales y ofreció su mejor versión para ser clave en dicho éxito del club.

De amplia trayectoria en el baloncesto de dicho país (está hace diez años allí), Forray ha logrado convertirse en todo un símbolo del Trento, atravesando su cuarta temporada en la entidad y guiando siempre a su equipo a un plano de buen protagonismo.

Las sensaciones tras lograr el ascenso a la Serie A siguen haciendo ruido en Trento y el jugador argentino, en diálogo con el departamento de prensa del club, explicó cómo se vivió el festejo del pasado viernes.

"La emoción sigue siendo muy fuerte, porque después de que estábamos 2-1 abajo en la serie frente a Torino, tuvimos cinco duros partidos en trece días, y todos los abordamos del modo adecuado y con mentalidad justa. Eso nos ha permitido llegar hasta este final. ¿El secreto de nuestro éxito? Creo que fue a nunca subestimar a nadie, y hacer frente a cada partido como si fuera el último y decisivo. Creo que este es el gran mérito del equipo, nuestra carta de triunfo", explicó Forray.

El perimetral sabe de su importancia tanto dentro del campo como en el vestuario, donde es un líder y una voz de mando no solo para sus compañeros sino también para la afición. Independientemente de ello, el jugador albiceleste explicó cómo manejó su rol en los momentos decisivos.

"Traté de usar esto para mejorar mi espíritu, sin exagerar o esperar demasiado. Traté de entender los tiempos en que el equipo y las personas que me necesitan para encender y explotar", contó.

Independientemente de ello, Forray valoró la tarea grupal del equipo, así como también reconoció que el empuje y apoyo constante del público fue otro de los factores que permitieron que el Trento se alce con el campeonato de liga.

"Me conozco a mí mismo como jugador, sé que soy el que juega hasta el último segundo de un partido, pero es difícil encontrar un grupo como éste, donde los jugadores empujan hacia el mismo lado, jugando hasta el final y sin rendirse nunca. Esta actitud nos ha permitido llegar a donde llegamos", confesó.

Ahora, en la merecida etapa de receso y descanso, se viene otro bello momento para Forray desde lo personal. "Me voy a casar en julio en Buenos Aires con Alessandra, mi novia que conocí en la época en que solía jugar en Forlì. Estoy muy feliz por eso", se alegró.