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El MoraBanc Andorra se clasificó para las primeras semifinales de su historia tras derrotar en un igualado, polémico y emocionante partido al Iberostar Tenerife por 85-87. 

Los andorranos supieron cómo hacer daño a una de las mejores defensas de la liga. Moussa Diagne (14 puntos y 6 rebotes), desde cinco y seis metros, y la capacidad física de Dejan Todorovic (20 puntos y 4 rebotes) daban ventaja y el dominio al equipo de Ibon Navarro (44-49). Un parcial de 3-11 al final del tercer cuarto (62-70) neutralizaba el impacto que Sasu Salin (13 puntos y 5 rebotes) había tenido en el periodo. Inevitablemente, el ritmo anotador había caído en la segunda parte, por lo que cada posesión y cada punto cobraba una importancia vital. 

El final iba a ser una locura. Lógico que comenzaran las imprecisiones y las malas decisiones en ataque. Andorra perdió su ventaja de cuatro puntos (85-84 a falta de 34 segundos) porque, si alguien es capaz de mantener la calma, Marcelinho Huertas (20 puntos y 12 asistencias) es el hombre. La responsabilidad volvió a recaer en el base brasileño después de que Nacho Llovet respondiera con un gran aro pasado. 

Sin embargo, esta vez erró y Marcelinho pisó la línea de fondo. Parecía enterrar las opciones de su equipo, cuando sacó la falta en ataque y dio 3,5 segundos al Tenerife. Lahaou Konaté fue a recibir debajo del aro cuando Jeremy Senglin contactó con él… insuficientemente para que los árbitros señalaran la personal. Los andorranos esperan ahora rival, que saldrá de la última serie de cuartos de final, que mide al Unicaja y al Casademont Zaragoza.