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Luego de superar a Bahía Basket y Atenas como local, Ferro sale a la ruta para jugar dos partidos claves en Córdoba. Para analizar más sobre el presente del equipo y las expectativas de cara al cierre de la fase regular, hablamos con una de sus figuras: Ignacio Alessio.

- Vienen de ganarle a Atenas, antes de salir a la gira, ¿qué te dejó ese partido?

. Nosotros sabíamos que no iba a ser fácil Atenas, porque es algo de lo que más nos cuesta durante todo el año: revalidar el partido anterior. Jugamos un partido de altísimo grado de concentración contra Bahía, jugando todos al 100% de nuestras posibilidades. Sacamos adelante un partido que para nosotros era clave, por la diferencia, para entrar entre los dos primeros. Después venía un equipo como Atenas, que está peleando para salvarse y sabiendo que está con algunos lesionados. Era un partido que teníamos que ir a buscar, igual que Bahía. Con la misma intensidad y cabeza. Y creo que lo pudimos lograr. Hemos hecho las cosas que necesitábamos hacer, las cosas que queríamos y si bien por momentos ellos tuvieron una reacción en el tercer cuarto, mantuvimos la calma, seguimos jugando y fue cuando los jugadores nos miramos y dijimos de volver a nuestro juego. Tenemos que pasar esos baches y seguir prendidos para poder ganar. Y lo pudimos hacer.

- De cara a los playoffs, ¿genera algo de preocupación el tema ese que marcás de no mantener la intensidad? Porque en los playoffs son todos juegos de mucho desgaste mental y hay que estar siempre al máximo.

. Sí, la verdad que eso es donde uno está focalizado en este momento. Quedan pocas fechas y son los momentos donde hay que empezar a afinar el lapiz y acomodar las cosas. Antes uno decía: queda tiempo, se puede hacer. Pero no, la verdad que ya no hay mucho tiempo por delante y hay que estar fino. Saber qué se hace, estar claro en el trabajo de equipo y en el scouting. Son partidos decisivos porque estamos mirando para arriba, para poder entrar entre los dos primeros. Y también para terminar de ajustar todo para lo que es el comienzo de los playoffs. Cada partido hay que jugarlo como una final, porque es la manera de prepararnos para el comienzo de esos playoffs.

- ¿Cambió mucho la configuración del equipo con los cambios? La entrada de Feeley, la salida de Calvo, Arn jugando de tres...

. El movimiento que se hizo en el equipo hizo que se tengan que rearmar muchas posiciones. Lucas está jugando de tres y lo viene haciendo muy bien. Nos está dando minutos de mucha calidad. Es un jugador que sabe adaptarse a los cambios y lo está aprovechando. Está muy bien defensivamente y con mucha confianza adelante, nos está dando muchas cosas. En los baches nos apoyamos en él. En el juego interior estamos bien, tratando de recuperar a Kevin, si bien él ya está bien de su operación de la rodilla, está tratando de acomodarse y ganar confianza después de haber estado un tiempo sin competencia. El equipo está bien, todos están conformes con el rol que tienen, con los minutos y lo importante es estar bien para cuando a uno le toca entrar a la cancha. Tenemos que seguir mejorando un poquito más cada día, para irnos para arriba. Estamos laburando mucho en lo grupal, para que nuestro compañero de al lado está bien.

- La gira por Córdoba me parece que puede marcar mucho para ustedes. No solo para terminar de consolidarse entre los dos primeros, sino también quién te dice para todavía soñar con alcanzar a San Lorenzo.

. Sí, nuestro objetivo es entrar entre los primeros dos. Es lo que estamos poniendo como objetivo grupal. Es clave que en esta gira salgamos con las mismas ganas de ganar que de local. Tenemos que trabajar los partidos, sabiendo que hay que ganar para seguir prendidos arriba, siempre con la cabeza puesta en mejorar y en que se están acercando los playoffs. Acá es donde se tienen que afinar las cosas, las sociedades que se generan en el juego. Eso lo estamos haciendo muy bien y se está notando. Es clave que en esta gira mantengamos eso que conseguimos con mucho entrenamiento.

- ¿Hay algo de ansiedad para que lleguen los playoffs? Porque vos ya los jugaste con Argentino, pero me da la sensación que hoy las expectativas son muy distintas desde lo colectivo.

. Sí, fueron dos temporadas distintas. El año pasado tuvimos muchos problemas en el armado, no la pegamos con los extranjeros, cambios de entrenadores... cosas que pasan y no estuvieron buenas, porque todo cambio precisa su tiempo de adaptación. Y eso quedó reflejado en la tabla. Fue un año de mucho esfuerzo para sacar el equipo adelante. Por suerte terminamos con el premio de entrar a playoffs, que fue algo maravilloso. Esta temporada con Ferro se presentó distinta. Fuimos de menor a mayor, laburando cada partido y se nos fue dando de ganar. Se nos hizo fácil ganar afuera y nos terminó poniendo en una posición que ahora estamos defendiendo. Todavía falta, necesitamos seguir creciendo en muchas cosas, pero entrar entre los dos primeros nos da la posibilidad de poder estar un par de días sin jugar, recuperar algunos compañeros lesionados, seguir corrigiendo cosas... así que obviamente ese tipo de cosas se disfrutan mucho. Estamos en un lugar de privilegio y hay que disfrutarlo, porque no siempre uno está en una situación como está. El año pasado me pasó de que faltaban 12 fechas para terminar la fase nacional y estábamos últimos, teniendo que ganar 9 o 10 partidos para poder estar salvados. Son situaciones de mucho nerviosismo y hay que saberlo controlar. Pero cuando hay química en el equipo y todos tiran para el mismo lado, esas cosas se pueden revertir, como lo hicimos nosotros. Lo que se puso siempre adelante fue sacar la situación. Ahora mismo nuestro objetivo es otro, entrar entre los dos primeros y obviamente que lo estamos disfrutando.

- Por cómo ha sido tu carrera, ¿se te hace más fácil disfrutar y valorar este tipo de situaciones? Están en un gran presente individual, pero también colectivo.

. Sí, la verdad que sí. Si me decías a principio de temporada que íbamos a estar a mediados de abril en esta situación, yo te lo firmaba. Porque el principio de año éramos un equipo que si bien tenía una base, se incorporaron jugadores en las posiciones que el técnico necesitaba potenciar. Y la gente quería respuestas ya, pero a veces no es tan así. Se necesita el trabajo diario, tener la cabeza suficiente para entender lo que quiere el entrenador. Fue un año de mucho trabajo, de entender a quién teníamos al lado, cómo potenciarlo, saber las virtudes de cada uno. Le metimos mucha cabeza y esfuerzo. Las cosas se fueron dando y hemos generado un buen grupo. Eso hace que uno vaya a trabajar con ganas y lo disfrute. Estamos en un lugar que lo tenemos que defender, pero sobre todo disfrutar. Porque uno no está siempre en situaciones así.