Recomendaciones de expertos de Legalbet para casinos online
Italia

Agustín Fabi: "Llevar el nombre de Manu y el logo argentino es un orgullo"

00:20 13/11/2017 | El rionegrino, capitán del Reggio Calabria, habló con Básquet Plus del legado que dejó Ginóbili y otros grandes en un club con mucha historia.

Agustín con la camiseta en la que Reggio Calabria homenajea a Manu Ginóbili (foto: Viola Reggio Calabria)
El Viola Reggio Calabria ha vivido una jornada muy especial este domingo. Si bien terminó con un saldo negativo ya que perdió en su visita al Legnano por 86-73, no ha sido un día más para el equipo del sur italiano, ya que ha decidido darle un cálido y magnífico homenaje a Manu Ginóbili por sus 1000 partidos en la NBA vistiendo una camiseta especialmente creada para la ocasión. Completamente de azul, el club le rindió tributo al jugador argentino que tuvo un marcado paso por allí entre 1998 y 2000, cuando fue figura en el ascenso y dentro de un periodo donde justamente fue drafteado por San Antonio en su primer paso de la leyenda que creó dentro de la mejor liga del mundo.
 
Y dentro de este hermoso homenaje del Reggio Calabria, particularmente para el argentino Agustín Fabi también ha resultado ser una jornada inolvidable. El alero-escolta rionegrino de 2 metros y 26 años (nació el 20 de octubre de 1991 en General Roca), no solo es uno de los valores más importantes que tiene el equipo sino que además es el capitán, aquella voz de mando determinante. Encima también viste el mismo número que Manu exhibió en su etapa en Viola, el número 10, lo termina dándole un broche de oro a un día muy especial para Agustín.
 
Quizá hubo una jugada del destino en el medio, pero el joven jugador surgido de Del Progreso está labrando su historia personal dentro de un equipo que ha supido gozar mucho de la sangre argentina. Históricamente han pasado glorias por este equipo, donde no solamente podemos mencionar el relevante caso de Manu sino que además entran en el recuento íconos del básquet nacional como Carlos Delfino, el Puma Montecchia o Leandro Palladino.
 
Radicado desde muy joven en el básquet italiano donde llegó en el año 2000 y con apenas 19 años, Fabi habló con Básquet Plus en la previa al encuentro de hoy resumiendo un poco su presente y la realidad que está viviendo en el Reggio Calabria. Dio un pantallazo de lo que es el ascenso italiano y de los objetivos del equipo, destacando la estirpe de los argentinos y esa relación que los ha unido fuertemente con el club, además de resumir algo de su historia y sus deseos de que su trabajo lo lleven algún día a tener una chance con la selección argentina. La madurez que tiene, su personalidad y esas metas muy claras lo definen.
 
- ¿Cómo están en este arranque de temporada?
. Bien, de local ganamos los tres que jugamos () y de visitante los perdimos uno en suplementario, uno en el último tiro y el otro por diez puntos. Ahora tenemos dos juegos seguidos de visitante, domingo y miércoles, y después el domingo que viene volvemos a jugar de local.
 
- ¿El equipo está armado para ascender dentro de esa carnicería o todavía no se habla de eso?
. La idea del club es jugar playoffs. Obviamente que de los 32 equipos asciende solamente 1, entonces te imaginarás que hay muchos equipos que quieren ascender y hay muchas plazas históricas que están en la A2, como Roma, Treviso, Fortitudo Bologna, el Calabria, Trieste... por lo que es difícil, pero ir a los playoffs es el objetivo mínimo que tenemos planteado. Después ya una vez ahí se verá.
 
- ¿Generalmente los equipos del norte italiano son un poco más pesados o de mayor presupuesto que los del sur? Porque en el femenino pasa generalmente eso y no sé si en el masculino hay paralelismo.
. Depende, porque nuestro campeonato no está dividido en Norte o Sur, sino Este y Oeste. Hacen una raya en el medio de Italia y todos los equipos que están al Oeste juegan en un grupo, por lo que nosotros jugamos contra equipos del norte y del sur. Es relativo, porque en teoría los más fuertes de mi grupo son del Sur y en el otro grupo, en el Este, los más fuertes son Treviso, Trieste y Bologna que son del Norte. Pero bueno, son dos grupos diferentes que recién se van a cruzar en playoffs, así que ahí te das cuenta. En el femenino es diferente porque hay pocas realidades femeninas en el Sur, hay pocos equipos que tengan básquet femenino de buen nivel en el Sur. Lo que pasa es que también hay muchas diferencias culturales entre el norte y el sur, y económicas también. 
 
- ¿Y cómo es ese tema de adaptarte? Porque ya tenés ocho años jugando en Italia.
. Claro, yo llegué en 2009 a jugar para lo que era la Benetton Treviso, estuve dos años ahí. Después estuve en Trevillo, manteniéndome en el norte, otros dos años en Treviso y cuatro en Reggio Calabria, así que digamos que conocí los dos extremos del país entre el norte y el sur. 
 
Fabi atraviesa su segunda etapa en el Reggio Calabria, recordando que ya estuvo allí en 2013 y 2014
 
- Vos te vas súper joven a Italia, así que tal vez hubo un periodo de adaptación especial en tu caso.
. Sí, yo igual ya venía de vivir solo en Bahía Blanca cuando jugué para Bahiense del Norte, por lo que yo ya venía con la costumbre de estar y desenvolverme solo. Siempre de chiquito me acostumbré a manejarme solo. Y para venir acá, la verdad es que esto era lo que yo siempre quería hacer, dedicarme al básquet, así que en Treviso desde el primer día sabía que tenía que adaptarme solo si quería seguir esta carrera, si es que quería hacer este lindo camino como jugador. La verdad es que no me costó, al principio tal vez me costó estar un poco lejos de la familia pero después me acomodé bastante rápido. El idioma y esas cosas tal vez fueron las que me llevaron un poquito más de tiempo, pero la verdad es que el idioma no es tan diferente y con el paso del tiempo uno se acostumbra.
 
- ¿Y en cuanto a diferencias culturales, vos que viviste que en ambos puntos del país y que también tuviste la transición Argentina-Italia, hay una brecha grande?
. De Argentina a Italia más o menos. Acá donde estoy yo, en el sur, en Calabria, digamos que es bastante similar a lo que somos nosotros los argentinos. La gente es muy cálida, los horarios son bastante más como los nuestros porque se cena un poco más tarde, el clima también no es tan frío... cosas así. En el norte por ejemplo a las 6 de la tarde ya no queda nada de gente en la calle, tienen una cultura mucho más fría como yendo para Alemania y la gente no es tan abierta. Son modos de vivir diferentes, pero no es feo, la verdad es esa. El norte particularmente a mí me encanta, como infraestructura y otras cosas quizá es un poquito más primer mundo respecto al sur, pero hay otras cosas. Como cualquier lugar, todo tiene sus pro y sus contras. En cada lugar uno trata de encontrar lo positivo. Por ejemplo en Reggio tengo el mar, el clima no es tan frío como puede pasar como esos inviernos fuertes que hay en algunos lugares de Argentina, las playas... cada lugar tiene sus cosas lindas, es cuestión de acostumbrarse a las cosas nuevas.
 
- Vos te mantenés hace muchos años en Italia y eso no es un simple detalle. El argentino mismo también es respetado en el mundo por lo que transmite, y en tu caso hay un claro punto de madurez que también influye. ¿Cómo es esto del gen argentino en Italia y cómo recae en vos?
. Digamos que nosotros como argentinos, cualquier entrenador italiano o extranjero que te llame para jugar en un equipo de él, necesite que vos le des el plus de madurez, garra, de capacidad de entender el juego y de querer ganar siempre que tenemos los argentinos. Eso es lo primero y principal que busca un entrenador para un argentino. Hay un prototipo del jugador argentino que es un ganador neto y que tiene esa garra muy nuestra. Estamos vistos como gente muy profesional, digamos que tenemos muchos ejemplos en la historia de nuestro básquet, millones jugadores argentinos de grandísima calidad que han estado acá en Italia y formaron un poco la historia del básquet italiano, entonces ellos nos dejaron un legado muy importante. Y yo como jugador, desde siempre y en todos los equipos a los que fui, tuve la suerte de tener un rol de protagonista y eso también me hizo crecer. Siempre traté de poner adelante el hecho de jugar, tener protagonismo y crecer como jugador jugando, entonces eso quizá me hizo madurar un poquito antes de jugador que tal vez tardan un poquito más.
 
- Incluso pasaste esa crisis fuerte en el básquet italiano, algo que creo que no cualquiera pudo superar.
. Sí, pero esto también es lo que uno está dispuesto a hacer para hacer lo que le gusta. Yo quizá en algún momento de mi carrera hubiese sido más fácil volver a Argentina y crearme una carrera allá, pero yo vine desde chiquito con un sueño que todavía sigue vivo, el sueño de tratar de tener una posibilidad con un equipo de la A1 ya sea saliendo campeón y ascendiendo con un equipo de la A2 o con una chance que me surga del máximo nivel. Es para ver también en qué nivel estoy, quizá me doy cuenta que no estoy para ese nivel o quizá sí. Vine de chico para lograr eso y voy a hacer lo que pueda y sea posible para intentarlo.
 
- ¿Y más o menos sabés qué tan lejos o cerca podés estar de esa posibilidad? Porque en todos los equipos en los que pasaste la verdad es que lo hiciste muy bien.
. Y... ya hice una experiencia en A2 y demostré que puedo ser protagonista en esta liga, pero a veces un jugador, para darse cuenta realmente en qué nivel está, necesita un poquito también probar ese nivel más alto. Yo tengo la fe de que quizá este año con Reggio o el año que viene con este club, porque firmé por dos años más de contrato, voy a tener la posibilidad de demostrar que estoy a un nivel más alto del que estoy ahora. Pero bueno, eso hay que demostrarlo, no está nada dicho y quiero tratar de lograrlo. Si después no puedo terminar de demostrarlo será otra cosa, uno tiene que ser también consciente de sus límites, pero tengo esa intención de conseguir esa chance porque me ha tocado ser protagonista en A2.
 
- A nivel global, este es segundo año consecutivo con Reggio pero es el cuarto en total.
. Claro, yo estuve dos años en Treviso en el medio y después volví donde este es mi segundo año con Reggio. Digamos que el año pasado fue un poco complicado porque cambiamos un montón de jugadores y nos ha ido bastante irregular, pero este año el equipo ya arrancó mucho mejor y el equipo está muy bien formado. Entonces tengo fe, de lo que puede dar el equipo y de lo que puedo hacer yo.
 
Fabi con los colores del Treviso, su primer equipo en Italia
 
- ¿Y cómo es ese rol? No sé si influye tanto el rol de capitán pero está claro que es una responsabilidad importante, a pesar de que no es tu primera vez teniendo ese rol de mando.
. Sí, en Treviso cuando yo ya cumplí 22 años ya me había tocado ser el capitán, entonces quizá uno tiene una responsabilidad grande pero que al mismo tiempo te motiva, que te pone siempre a la expectativa de que tenés que dar el máximo por tus compañero y siempre dar el ejemplo. Para mí ser el capitán, además de esto que te decía, también ayuda a que uno mantenga siempre alto el nivel de concentración. Digamos que no es un peso, es una responsabilidad pero una linda responsabilidad. Para mí es una motivación y también un premio por lo que uno quizá demuestra, porque nadie te regala nada, entonces que los clubes me elijan y me hagan capitán es motivo para seguir trabajando, mejorando y demostrando.
 
- Está claro, al menos desde lo que se percibe, que el Reggio tiene un afecto especial hacia vos, hay una fuerte identificación que quizá también venga de la mano con ese carácter y esa garra que le das al equipo. Contame cómo es eso dentro de un equipo que históricamente está muy marcado por los argentinos.
. Reggio es un lugar muy particular que creó su historia y sus mejores años a través de los argentinos. Ginóbili, Montecchia, Carlos Delfino, Sconochini y muchísimos más que me estoy olvidando. Hubo muchísimos jugadores argentinos acá, entonces digamos que la ciudad misma tiene un legado muy importante y una relación muy improtante con los argentinos. Hubo otros jugadores que quizá no estuvieron a ese nivel, pero es cierto que hay jugadores como los que te mencionaba que formaron parte de la historia de la Viola que hace que la ciudad y el club estén muy apegados al argentino. Eso quizá hace que también el mismo club siempre busque tener una figura argentina de ese tipo, para poder mantener esa relación argentino-club-ciudad.
 
- La conexión con la ciudad quizá hasta la vivís en el día a día.
. Sí, obviamente. A veces pasa que la gente se te acerca en la calle y te dice "ah sos argentino, entonces seguramente sabrás que tuvimos a Manu". Para uno es un orgullo que la gente se acuerde de todos esos grandes jugadores que son de nuestra tierra, argentinos como nosotros. Obviamente es difícil, casi imposible te diría, que a nivel deportivo uno pueda emparejar ese nivel, pero ya el hecho de poder estar en el mismo lugar en el cual estuvieron semejantes monstruos es motivo de orgullo.
 
- ¿Y en ese contexto es un incentivo poder hacer una historia similar en el Reggio?
. Ojalá lo pueda lograr. Yo creo que más allá de lo que fue a nivel logros, ellos marcaron algo mucho más allá, desde la personalidad, desde el carácter, desde el profesionalismo que tuvieron hacia el básquet. Estamos hablando de gente que vivió el básquet realmente como una profesión y siempre dieron el 100% de lo que hacían, y eso creo que es el legado más grande que ellos dejaron.
 
- ¿Cómo te pega lo del homenaje? Porque las coincidencias con lo de Manu deben realzar todo lo que vas a vivir.
. Obviamente que para mí, después de todo esto que pasó esta semana, no es un partido más porque tener la posibilidad de ponerme una remera con el nombre de Manu, con la bandera argentina, en un lugar donde Manu es tan importante, hace que sea un día muy especial. Para mí es un orgullo poder formar parte de esto, de esta historia. Este homenaje del club hacia Manu es algo totalmente merecido, el club me había anticipado algo más o menos y cuando supe que se concretaba me puse muy feliz. Porque para mí, más allá de la coincidencia de los números y todo, tener la posibilidad de llevar una remera con el logo argentino y de Manu es algo hermoso.
 
- Hablando de Argentina, lo último tuyo a nivel tuyo a nivel selección fue estar dentro del grupo de trabajo que terminó yendo a Guadalajara 2011 aunque no quedaste ahí.
. Claro. Lo último que tuve fue en 2008 en un Sudamericano U17 creo, después tuve una concentración en 2011 como bien decís que al final no quedé. Ese último grupo que te digo después se unía al de Manu y Scola en Salta, que fue en 2011. Me habían llamado para los entrenamientos, yo en ese momento tenía 20 años y no quedé. Fue una experiencia hermosa igual.
 
- ¿Te mueve un poco el quizá volver a tener alguna chance a futuro? Porque eras muy joven y está claro que desde entonces tuviste una maduración grande.
. Sí, eso es algo que también me va a quedar siempre. Yo voy a tratar de demostrar con mi básquet de subir un poco más mi nivel para el día de mañana tener una posibilidad de nuevo. Soy consciente de que también hice toda mi carrera acá, entonces entiendo que quizá sea un poco más difícil porque mi carrera todavía no dio el salto para decir "este chico se merece la selección"... yo a eso lo tengo totalmente claro. Pero creo que todavía mejorar y puedo hacerlo. Es un sueño que tengo, no digo que sea fácil porque realmente no lo es, veo a muchos chicos jóvenes que están creciendo mucho y tienen un gran talento, y que también veo que tienen mucha ética de trabajo, así que no es fácil. Como te decía, es un sueño que tengo y quién te dice que el día de mañana, si mejoro y demuestro, tal vez consiga mi oportunidad.
 
- Particular también lo tuyo porque cuando se dio lo de la selección también tenías la chance de representar al seleccionado italiano. Una historia que podría haber sido parecida a la de argentinos como Filloy por ejemplo.
. A mí me pasó hace seis años lo de Italia sí, que fue justo cuando tuve la llamada para esa preselección del 2011. En ese momento prioricé mi nación, mi país y lo que yo siento, no me arrepiento ni me voy a arrepentir nunca de eso. Con esto no digo que esté mal lo que hayan podido hacer otros chicos ni mucho menos, que no se malinterprete. Pero en su momento sentí eso y tomé una decisión. Y creo que tomé la decisión adecuada, la mejor decisión, más allá de que yo quizá en este momento podría jugar como italiano y estar para la selección italiana. Decidí hacer una carrera diferente.
 
Fabi, capitán y líder de las ilusiones del Reggio Calabria en esta temporada
 
Lucas Leiva / [email protected]
En Twitter: @lucassleiva
En Twitter: @basquetplus

Compartir

 



Recomendaciones de expertos de Legalbet para casinos online