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China 2019

¡De pie, Argentina es finalista del Mundial!

15:03 13/09/2019 | Argentina borró de la cancha a Francia con defensa y juego, ganó 80--66 y está en la final de China 2019. El domingo va contra España por el oro.

Los festejos en el vestuario (Foto: CABB)

Era el día. La espera había sido larga, la más extensa de este Mundial: tres días, con un viaje largo en el medio, muchas horas para reflexionar, mucho tiempo para compartir y, sobre todo, para ilusionarse. ¿Cómo no hacerlo después del enorme torneo que habían jugado hasta aquí? Francia no era Serbia, pero tampoco era menos, porque los europeos también venían haciendo un campeonato sensacional, cayendo solamente ante Australia. Pero Argentina lo sacó de la cancha, como a Serbia, y le ganó 80-66, para meterse en la final mundial, como en 1950, como en el 2002. Increíble. Emocionante.

La primera mitad de Argentina fue simplemente brillante. ¿Por qué? Por muchas cosas. Porque de arranque metió una defensa de una agresividad monumental, con Garino sobre Fournier, pero todos comprometidos en bloque. Porque Scola parecía que tenía 19, y no 39, clavando 10 de los primeros 16 puntos y matándose para tomar cada rebote que provocaba la defensa argentina. Porque Campazzo, una vez más, demostraba que es el mejor base de este torneo, con diferencia.

Argentina salió con algunas ideas claras. Además de la agresividad para defender, que no podía tener una sola distracción, buscó de entrada que en Francia las decisiones pasaran por los actores habitualmente no acostumbrados a eso. El riesgo era alto, porque aunque fueran protagonistas siempre, todos tenían una enorme calidad, tanto Ntilikina como Labeyrie. El ala pivote del Valencia, de hecho, se convirtió en figura inesperada de su equipo con 8 puntos y 2 triples, cuando había anotado 4 en todo el Mundial. Pero el planteo venía bien. Salvo pòr las dos faltas de Garino, que complicaron el andamiaje defensivo, el juego era el buscado, incluso con el dominio del rebote, una estadística que se suponía sería adversa.

Tras el 21-18 del primer cuarto, Francia aprovechó la salida de Campazzo para moverse más tranquilo con De Colo en ataque, y así pasar al frente 24-23. Volvió Campazzo y Argentina clavó un parcial de 8-0 para sacar 7 (la máxima había sido 10-2), con Facu sobre Fournier, pero básicamente con una estupenda actitud atrás para frustrar a su rival. Cada vez que Argentina defendió bien, atacó mejor. Fuera con Scola o con Deck, o con Delía aprovechando las descargas tras penetraciones. Encima, cerró la mitad con una bomba imposible de Campazzo sobre la marca para volver a dejar en 7 la diferencia: 39-32.

Si alguno pensó que Argentina bajaría su intensidad en la segunda mitad, nada más alejado. Siguió presionando el balón, apretando a las figuras centrales de su rival hasta ponerlos en una situación de frustración permanente, porque no era Scola, o Campazzo, o Deck. Eran todos. De hecho, una rachita de Vildoza (3 libres y luego una bomba), puso por primera vez la diferencia en doble dígito: 45-35. Pero no paró ahí la historia. Argentina fue una máquina de defender y muy inteligente para atacar. Esta vez quizá sin tanto pase, pero buscando la ventaja: ya sea en el poste bajo con Scola o en el pick and roll con Campazzo. Tras una máxima de 15 en un par de ocasiones, el equipo de Hernández entró a los 10 minutos finales con una buena renta: 60-48. Había que esperar que Francia saliera a quemar sus naves.

Y lo hizo. Quizá no fue con magnífica defensa, pero sí con más agresividad y con mejor actitud ofensiva, imponiendo un poco más el físico, primero para impedir el ataque tan limpio de Argentina, y después para poner más rudeza a su ofensiva. M'Baye le dio parte de ese cambio, y Argentina comenzó a mostrar problemas para atacar y tirar. Y cuando pudo tirar, ya los brazos cargaban con la carga de un partido tremendo desde lo físico. Igual, Argentina nunca dejaba de manejar una diferencia de entre 8 y 11 puntos, lo que le daba margen para algún error no forzado (aunque mejor evitarlo).

Y en el momento más complicado, con Francia acechando, dos toques de magia casi calcados: pick and pop de Campazzo con Scola y dos bombas del capitán, para sacar 14 con 3 minutos en el reloj y 26 puntos para el interminable Luifa. Manu Ginóbili, en una primerísima fila con Kobe Bryant a su lado, solo sonreía. Ni él lo podía creer. El partido estaba muy cerca, pero no había que relajarse. Argentina no se relajó y lo liquidó casi dos minutos antes del final, con Francia acabada, sin defender, viendo que no había camino para darlo vuelta. Fue 80-66 y clasificación a la final, por tercera vez en su historia. Scola, con 28 y 13 rebotes, acrecentó su nivel de leyenda y fue el líder, pero nadie desentonó. Histórica victoria, histórica clasificación, pero no historia terminada. Falta España.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Beijing, China
En Twitter: @basquetplus

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