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La supremacía que mostró Michael Jordan en la década del 90 fue abrumadora para con el resto y su legado es casi indiscutible. El paso del tiempo pone las cosas en perspectivas y la comparación entre una época y otra del juego no es más que algo lúdico, porque es imposible saber fácticamente qué pasaría si tal jugador jugará en esta época o si tal otro podría tener un buen papel en los noventa.

Para Vlade Divac, un pivote serbio de excelsa calidad y con un básquet simple en su bagaje, no dio vueltas y explicó lisa y llanamente que pasaría si Su Majestad sería parte de la NBA actual: “Si tienes a Jordan en la NBA de hoy, estaría promediando 80 puntos por juego debido a las reglas. Entonces ahí puede comparar quien es el mejor. Hoy en día las reglas han cambiado, no hay contacto físico, no hay juego duro, no hay defensa enfocada, juegan para la afición, lo cual es bueno y suman más puntos, algo que también es bueno. Pero juego pierde competencia, por lo que es imposible comparar una generación con otra, porque es una época diferente”.

La dinámica de juego ha cambiado, no significa ni para bien ni para mal, la manera de construir el juego pasa por otras cuestiones que antes no se le daba tanta importancia. Desde ya que el juego físico per sé ha dejado de existir, pero lejos está de aseverarse que en la NBA no se juega duro, sino que los cuerpos de los jugadores cada vez están mejores preparados para poder soportar golpes y ser veloces en los dos costados de la cancha, hoy en el corre no puede jugar así sea un base o un pivote.