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Muchas veces se dice la frase “Dios le da pan al que no tiene dientes”, entonces piensa en alguien que logró algo, pero que no aprovecha y pierde en el camino. Terrence Williams es de esos jugadores que alcanzó a jugar en la NBA durante cuatro temporadas (del 2009 al 2013), algo que no logra cualquiera, pero fue deshilachando su vida entre delitos y conflictos.

Lo último que se supo de él es que había estado indicado como principal protagonista de un plan ideado para engañar al sistema de salud de la NBA y por el cual fue arrestado y también comprometió a 18 excolegas de la liga.

El base se declaró culpable este viernes y podría pasar hasta 20 años en prisión por el delito de fraude en la atención médica y robo de identidad en relación a una estafa millonaria contra el plan de salud de la NBA.

Cinco millones de dólares es la cantidad de dinero que suma la estafa de acuerdo a los reclamos que falsos que se presentaron. Por esta situación, Williams acordó devolver 2.5 millones al plan de salud y tiene que entregar algo de 654 mil dólares a los Estados Unidos. Tendrá una pena de prisión obligatoria por dos años debido al cargo de robo de identidad y la pena máxima por atención medica y fraude eléctronico es de 20 años.

Darius Miles, Sebastian Telfair, Gleen Davis, Tony Allen son otros jugadores implicados, quienes se declararon inocentes y admitieron ser estafados por Williams. Su situación judicial aún no está determinada, pero continuarán dentro de la investigación.

Esta controversia deja mal parados a los exjugadores de la NBA, que lucharon por obtener el beneficio de seguir contando con cobertura una vez retirados, pero esta maniobra pone en peligro aquella que había alcanzado, por el simple de que uno y quizás más, quisieron morder donde no debían.