Basquetplus.com

A la vuelta de la esquina está la Final Intercontinental, Quimsa y San Pablo Burgos se medirán el próximo sábado desde las 18 horas en el Templo del Rock en la ciudad de Buenos Aires. El elenco burgués llega como campeón de la Champions League europea y listo para intentar llevarse la copa para España, mientras que la Fusión aguarda con toda la ilusión poder dar otro batacazo como el que dio cuando se consagró campeón de América al derrotar a Flamengo, el candidato de muchos.

El San Pablo Burgos es un equipo que ha dado la talla en el básquetbol español desde hace un par de temporadas, teniendo buenos planteles y siendo competitivo a gran escala tanto en el plano local como el internacional. Su ascenso a la máxima categoría del básquetbol español se dio en la temporada 2016/17 y tras un par de años de sostenerse sin sufrir por el descenso, en la última campaña dio el salto de calidad llegando a las semifinales de la Liga Endesa en la burbuja de Valencia.

En Europa también dio el golpe sobre la mesa al ganar la Champions, su primer título internacional ante el AEK Atenas y jugando como visitante en el país griego. En la Final Eight disputada en la capital griega, San Pablo no dejó lugar a dudas y se consagró de punta a punta, primero venció en cuartos de final al Hapoel Jerusalén por 92 a 67, en semis de deshizo del Dijon francés por 81 a 67 y en la final superó con claridad a AEK por 85 a 74.

A pesar de haber sufrido un cambio de nombres en la plantilla, el elenco de la región Castilla y León está confirmando otro gran año en la Liga ACB, marchando en la quinta colocación de las posiciones con marca de 15-6 y con el boleto abrochado a la Copa del Rey, en lo que será su segunda participación consecutiva en el petit torneo de mitad de temporada español. Además como dato estadístico, y quizás el más importante, es su furiosa actualidad, llega con el ánimo elevado y habiendo ganando siete de los últimos ocho juegos en liga y además en Europa ha ganado su grupo en la actual edición de la Champions League con récord de cinco victorias y una derrota.

Desde el juego, el elenco dirigido por Joan Peñarroya se ha caracterizado por ser un bloque, ha encontrado la química y los jugadores nuevos se han adaptado rápidamente a la filosofía del entrenador. La ofensiva balanceada es lo más sustancioso del San Pablo, cuenta con muchos jugadores con puntos en las manos y cinco integrantes promedian por encima de los diez puntos (Thad McFadden 13.2, Vitor Benite 12.6, Jasiel Rivero 11.5, Dejan Kravic 11.5 y Alex Renfroe 10.8).

Macfadden, el MVP de la consagración en tierras griegas, continúa siendo el jugador más punzante del equipo apuntalando las anotaciones en la mayoría de los juegos, en compañía del experimentado Vitor Benite, el de mejor porcentaje desde los 6,75 con un 43.8 por ciento de aciertos. Jasiel Rivero y Dejan Kravic conforman una interesante dupla de internos y en la base quien se estará haciendo cargo del equipo es el base reserva, Omar Cook.

Lo que si va a sentir es la ausencia por lesión del armador titular Alex Renfroe, quien no llegó a recuperarse de un esguince de rodilla sufrido el 12 de enero pasado en un juego ante el Ostende por la Champions League. Su lugar será ocupado por Ángel Infante, un joven de 22 años surgido de la cantera del club.

La armada española del San Pablo Burgos está lista para una nueva aventura, ha volado desde España a la Argentina con un solo objetivo: ser campeón Intercontinental.