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Steve Kerr fue la selección número 50 en el Draft de la NBA de 1988. Antes de unirse a los Chicago Bulls en 1993, jugó para los Phoenix Suns, Cleveland Cavaliers y Orlando Magic. Después de su carrera en la NBA, Kerr se unió a los medios y luego en la Gerencia de Phoenix, lo que según él, se debió a sus vínculos con Michael Jordan.

“Para mí, jugar con él cambió por completo el resto de mi vida. Hasta ese momento, yo era solo un jugador promedio. Pude jugar en estos equipos campeones, me hice un nombre, pude ingresar a la televisión, a la transmisión, a la gestión y a ser entrenador. Y la razón por la que la gente me contrató para estos trabajos más adelante es porque había jugado al lado de Michael Jordan y había sido parte de equipos campeones”, dijo Kerr en NBC Sports.

Si bien Jordan puede no ser la única razón del éxito de Kerr, haber sido analista de NBA lo equipó con las habilidades adecuadas para ser un gran entrenador. Por un lado, su trabajo consistía en analizar el juego, y comunicar sus pensamientos a una audiencia general que no entiende el juego en un nivel tan complejo como él. Pero claro, haber "jugado con Michael Jordan" es una etiqueta que puede darte una consideración extra, más aún siendo parte de un triplete de anillos histórico.