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Miami Heat sorprendió a propios y extraños llegando a las Finales de la Conferencia Este. En el camino, venció a Milwaukee Bucks por 4-1 y a New York Knicks: Los Bucks (#1) y los Knicks (#5) eran mejores en papel, pero dentro de la cancha Miami, que entró gracias al Play-In como el #9 del Este, mostró todo su arsenal en ambos costados y su verdadera identidad.

Los Celtics fueron quizás el mejor equipo de todo el Este en la temporada regular. Derrotando a los Sixers en el Juego 7 y con mucho mejor equipo que el Heat (quienes cuentan con 7 jugadores undrafted y ni un sólo All-Star) para este duelo decisivo. Sin embargo, con absolutamente todo en contra, Miami se irá a su estadio con un 2-0 a favor desde el TD Garden y todo dado para llevarse la serie en 5 o 6 juegos.

Ciertas claves del Heat están a la vista: la mente maestra de Spoelstra le propuso a Boston y Mazzulla varios acertijos que sortear. El más evidente es la zona, ya registrada del Heat, que luego de cada racha de Boston se insertó en el plan de juego y le sacó todo el ritmo a la ofensiva celta. Pero además, Miami combatió fuego contra fuego: Boston es el líder de la temporada en triples intentados, anotados y porcentajes. Una gran parte del Heat estos playoffs fue igualar esos números. En ambos encuentros, Miami tiene más triples anotados y en mejor porcentaje que los Celtics.

Boston no pudo explotar su ofensiva histórica frente al Heat en estos dos juegos. Miami decidió sobreayudar en las cortinas directas, lo que abrió el juego para triples abiertos… de Marcus Smart, Derrick White o Grant Williams, los 3 que más triples abiertos tomaron en la serie. No es casualidad, es la trampa de Spoelstra. Poniendo la pelota en manos poco acostumbradas a ese protagonismo, evitó que en Boston castiguen sus All-Stars como sí hicieron en la serie vs Sixers.

Tatum y Brown están teniendo muchos problemas para anotar en la pintura con esa táctica. Ya que Miami plantea un duro ajuste a ellos en el perímetro, el ajuste que hicieron es aumentar sus penetraciones a la pintura. Pero como el Heat cuenta con Adebayo en las ayudas, y además deja dos jugadores descubiertos, cada viaje a la zona es difícil. Tatum tira 70% en la pintura, pero tiene un% de pérdidas altísimo de 16.5, nadie más llegó ni al 8% en los playoffs por ejemplo. A Brown (57.5% en la pintura) le pasa lo mismo, con un 12.8% de pérdidas en penetraciones.

Boston además perdió horriblemente en el juego de rachas. Miami no tiene una faceta donde supere por una amplia diferencia a Boston. En todo son similares, excepto en las rachas. El Heat metió un 42-25 lapidario en el tercer cuarto del Juego 1. Y en el Juego 2, cuando perdía por 12 entrando al último cuarto, metió un 24-9 que selló la victoria. Los Celtics no tienen la respuesta a las rachas rivales que Miami sí, más que nada por un factor mental, ya que al Heat se lo ve y se lo siente absolutamente comprometido. “Ellos lo quieren más que nosotros, punto” dijo Julius Randle en la segunda ronda. En estas Finales de Conferencia la explicación también es válida.

¿Cómo puede Boston competir contra esos baches ofensivos? Es una pregunta sin una respuesta obvia. Los Celtics tuvieron estos problemas de desconexión siempre. Sólo que ahora hay un equipo con las características opuestas a ellos que les hace pagar esos errores. Los puntos en transición y puntos tras pérdidas son, en ambos juegos, una faceta que Miami dominó. Si además contamos con que el Heat tuvo menos pérdidas en total hasta ahora, Boston tendrá un tiempo difícil para igualar esa intensidad y facilidad de establecer rachas anotadoras.

A la hora del Clutch, Boston sigue teniendo los mismos problemas que tenía desde la primera ronda con Atlanta. Tatum no tuvo ni un intento al aro en ambos 4C de cada juego estas Finales, y sólo anotó por los tiros libres. Esto se dio porque nunca cambiaron el libreto. Entonces Miami continuó exprimiendo la pintura y forzando pérdidas, balones desviados y tapones a su favor. Mientras, Boston no logró anotar ni un triple en el clutch como para descomprimir ese espacio, y así forzar a Miami a soltar menos en las penetraciones y tener más espacio. Además, jamás forzaron un emparejamiento favorable. Así como LeBron obligaba a Curry a cambiar y defenderlo a él en las Finales entre Warriors y Cavs, Jimmy Butler lo hizo ante Robert Williams (4-4 en tiros) y Grant Williams (4-6 en tiros) en esta serie. Boston puso a Bam Adebayo a defender en aclarados y la diferencia es letal: apenas 0.92 puntos por posesión frente a 1.16 de Miami en la misma situación.

La parte de Jimmy Butler merece su propio apartado. Butler eligió bien cada emparejamiento, y ante los ajustes de Boston pudo encontrar el pase al triple de Strus/Vincent para castigar. Esta eficacia hizo que los Celtics no puedan mandar tanta gente con Jimmy (como sí hizo Miami a los Jays) y tuvieron que subsistir en el uno contra uno, donde Butler es un killer. Además, ahora sacó a relucir su faceta sin pelota, donde el Heat lo utiliza en situaciones de mano-en-mano tras una cortina indirecta, y así abre la pintura para atacar el aro. En situaciones así, Butler anotó un tremendo 80% durante todos los playoffs hasta ahora.

Boston debe reaccionar y jugar los 48 minutos sin desajustes letales, que lo llevaron a esta situación. Pero mientras sigan presentes esos momentos donde no aprovechan las situaciones ofensivas, y Miami lidere el juego en intensidad y transición, todo está dado para que el Heat mantenga su impulso y siga siendo el dominador de una serie que tiene a los de Spo en el asiento delantero.