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Las Vegas es, desde siempre, la ciudad que todos se preguntan por qué no tiene un equipo en la NBA. En otras épocas, el argumento era que la organización quería evitar meterse en una ciudad directamente relacionada con el juego, las apuestas y los vicios, pero como ya es absurdo intentar mantenerse fuera de ese círculo (sobre todo el de las apuestas), todos creen que el aterrizaje en LV es cuestión de tiempo.

Por eso, y porque Las Vegas es el sitio perfecto para los deportes en lugares cerrados, hace ya varios años que se empezó a construir el estadio más caro de la historia de la ciudad, ya que saldrá 2.200 millones de dólares, 300 más que el Allegiant Stadium de los Raiders y 300 más caro que el presupuesto inicial de 1.900 millones. 

El estadio tendrá 17.500 butacas y albergará todo tipo de eventos: desde artes marciales, a boxeo, pasando por una participación especial de la Fórmula 1, que en noviembre hará un paso por el predio que incluye al estadio, que se imaugurará en los próximos meses. 

Ah, ¿quién es el dueño del estadio? El mismo que controla a los Knicks, al Madison Square Garden y a los Rangers. De hecho, el nombre formal del estadio será el MSG Sphere. Se espera que a corto o mediano plazo un equipo de la NBA y uno de la MLB (béisbol), se sumen a la ciudad.

¿Y adivinen quién dijo que quería tener un equipo NBA en Las Vegas? El amigo LeBron James. No es el único. Lo cierto es que la idea cada vez suma más adeptos, y el Sphere es el punto inicial que necesita la NBA para recorrer la parte final de la expansión de la Liga a 32 equipos.