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Durante su tiempo en la NBA, Dwight Howard tuvo la oportunidad de jugar junto a dos de los mejores jugadores de todos los tiempos, Kobe Bryant y LeBron James. Compartió la cancha con ambos en sus dos ciclos con Los Angeles Lakers. Con esa experiencia en su haber, Howard logró establecer una comparación entre ambos líderes.

Mencionó que jugar para Bryant era un poco pesado debido a lo serio que era todo el tiempo. A diferencia de cuando jugaba para LeBron James, el interno se sentía más relajado a su alrededor e incluso compartían risas constantemente con el Rey. En general, los jugadores suelen destacar esa faceta de LeBron, que es una contracara muy notoria al carácter ético y estricto que tenía Kobe.

"Kobe no andaba jodiendo y riéndose con nadie. Puede que no viniera al vestuario a hablar y ponerse en grupo a distraerse... Así es como él era. Ahora, mirándolo en retrospectiva, probablemente lo hacía solo para preparar a todos para el entrenamiento y los partidos importantes del año. Era simplemente un poco diferente", dijo en All The Smoke.

Cuando Los Angeles Lakers adquirieron a Dwight Howard en el verano de 2012, la perspectiva de juntar al tres veces Jugador Defensivo del Año con uno de los más grandes jugadores en la historia generó una emoción innegable. Sin embargo, su colaboración no se desenvolvió tan fluidamente como muchos hubieran esperado. La siguiente temporada baja vio la partida de Howard de Los Angeles hacia Houston, siendo el inicio de su largo declive.