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Cuesta ponerse en situación y época. En el año 1984, Michael Jordan era un muchacho de 21 años que quería comerse al mundo, pero lejos estaba de ser lo que fue, más allá de dar un salto exponencial al mundo cuando se consagró campeón olímpico en Los Ángeles. Venía de ser campeón de la NCAA con North Carolina y en ese mismo 1984 se presentó al draft de la NBA, siendo elegido en el puesto 3, detrás de Hakeem Olajuwon y Sam Bowie. 

Sin embargo, su reinado tenía un rival bien definido: Len Bias. Este joven, también nacido en 1963, había jugado en la Universidad de Maryland y era muy parecido a MJ: casi la misma altura (Bias un poco más, 2.03), muy atlético también, con tiro, completo. Los Celtics lo habían seguido 3 años y era el nombre elegido para el draft de 1986.

Antes, en la NCAA, Jordan y Bias se habían cruzado una vez en la cancha, el 12 de enero de 1984. North Carolina ganó el partido, pero Bias se despachó con 24 puntos y dejó en claro que él era tan bueno como Jordan. Era el duelo que el mundo del básquetbol de los Estados Unidos esperaba para cuando Len diera el salto a la NBA, algo previsto para 1986. 

En ese draft, que muchos olvidan en cuanto al robo que se produjo, Cleveland eligió primero y se llevó al pivote Brad Daugherty, compañero de Jordan en North Carolina. Daugherty, pivote de 2.16, no lo hizo mal, pero la realidad es que no cambió la historia de los Cavs.

En el puesto 2, Boston se llevó a Bias, su gran objetivo, el hombre que muchos creían que podía tener el mismo impacto, o aún mayor, que el que estaba teniendo Jordan en los Bulls, con una diferencia: Boston ya era un gran equipo con Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish, por lo que el arribo de Bias solo podía hacerlos mejores. De hecho, esos Celtics frustraron a Jordan en ese mismo 1986, eliminándolos en los playoffs. 

El draft de 1986 se celebró el 17 de junio. Al día siguiente, Bias viajó a Washington para firmar contrato con Reebok, la marca que pretendía competir contra Nike, que empezaba a surgir justamente a partir de fichar a Michael Jordan. Hasta ese momento, era una empresa de ropa más, lejos de Converse, la que tenía a las principales estrellas (Magic Johnson, Larry Bird, Bernard King, etc). 

El 19, Bias volvió a Maryland para festejar su elección en el draft y el resto es historia conocida: los excesos con las drogas de esa noche le provocaron a Bias un ataque al corazón que terminó con su vida, con una rivalidad que no llegó a concretarse y con la ilusión de unos Celtics que quedaron golpeadísimos. Red Auerbach, la leyenda que manejaba a Boston en esa época, lo definió con una frase: "Boston no ha estado tan conmocionada desde el asesinato de JFK". ¿Qué hubiese sido Bias, a dónde hubiera llegado? La pregunta que se hizo todo el mundo en su momento y jamás tendrá respuesta.