Denver sufrió una dura derrota en el cuarto juego de la serie ante Portland Trail Blazers. La preocupación gira alrededor del resultado, sino en torno a las formas. Los Nuggets parecieron un equipo completamente desganado desde el primer minuto de juego. Como si estuvieran conformes con robarse el primer partido de su visita al Moda Center. Juegan con fuego.
La última derrota redujo la primera ronda de estos playoffs a una nueva llave al mejor de tres. Lo más incómodo de la situación es el rival que tienen enfrente. De la mano de Damian Lillard y su gran capacidad para jugar en momentos límite, Portland está en su zona de confort. Además, los dirigidos por Mike Malone desaprovecharon el mal día del base, que tiró 1 de 10 de cancha, y será difícil que se repita.
Entre las lesiones y la corta rotación, Denver no puede darse lujos y necesita de todas sus piezas. En la dura derrota del sábado pasado, solo Facundo Campazzo, Austin Rivers y Nikola Jokic, que fue bien neutralizado por el rival, salieron con la energía necesaria. Aaron Gordon y Michael Porter quedaron en deuda y sus números así lo reflejaron.
La oportunidad era grande. Podían quedar match point en la serie con dos partidos en el Ball Arena por delante, pero no dieron la talla. Posiblemente necesitan de la urgencia, como pasó en el segundo juego, pero el riesgo es muy alto. "Es una propuesta peligrosa pensar que siempre manejaremos la adversidad y encontraremos la manera de tener éxito", comentó el director técnico de los de Colorado.
Respecto de lo explicado por el entrenador, los Nuggets se mal acostumbraron en las últimas temporadas a vivir de la heroica. Dos temporadas atrás arrancaron con resultados adversos en las series frente a San Antonio Spurs y los propios Trail Blazers y en la última burbuja fueron la sensación tras remontar un 3 a 1 en contra en las dos primeras rondas de los playoffs.
"Nos sentimos mucho más cómodos jugando desde atrás que con 2-1 arriba", agregó Mike Malone. Pese a las preocupaciones, todavía no están en una situación adversa, pero deberán cambiar la mentalidad de cara al juego cinco, que tal como marca la historia será trascendental en el futuro de la serie. El márgen de error ya no existe.