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Campazzo volvió a ser Campazzo, y así fue cómo lo consiguió

17:03 15/11/2021 | El de los Nuggets regresó a la rotación tras un partido en el que no vio minutos y se mostró más sólido que nunca en la 2021/22. Los detalles.

Campazzo anotó 13 puntos (Foto: @LaTortuneta)

Mirada perdida, pies inquietos, arqueo del cuerpo y un país recóndito preguntándose “¿por qué no juega Campazzo?”. La respuesta residía en lo errático que se había mostrado en los 11 partidos que disputó hasta anoche, completamente apático y desconectado de lo que siempre supo mostrar dentro de cualquier cancha en su carrera.

Como no hay mal que dure 100 años, y mucho menos para este terco sujeto, Facundo reaccionó ante la sequía de minutos teniendo su mejor choque de la temporada hasta el momento (13 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias y 1 robo), volviendo a ser el de la 2020/21 por grandes tramos del encuentro y convirtiéndose en una pieza clave de la segunda unidad.

Todo empezó luego de anotar su primer triple, comportándose correctamente sin balón para recibir entre el codo y la esquina, y anotar sin dudar con velocidad en la descarga y una buena parábola que favoreció el ángulo de entrada del balón en el aro.

Desde ese momento no paró. A pesar de sus cuatro pérdidas, se mostró seguro, rompió siempre con agresividad hacia el aro para evitar los ataques muy estáticos y generó oportunidades constantemente para sus compañeros, mientras que defensivamente contuvo a Dennis Smith Jr. de forma inteligente y sin sobreayudar en el lado débil como en cotejos anteriores.

La ausencia de Will Barton, que con frecuencia se mezclaba con la segunda unidad, le dio a Campazzo y Bones Hyland la oportunidad de crear a su antojo, con el primero dedicado más a los lanzamientos y penetraciones directas, y el segundo liquidando desde los aclarados, tanto de tres puntos como en la pintura.

Tal es así que, según datos de NBA.com/stats, Facu lanzó un 62,5% de campo (29,2% sin él) y 60,0% de triples (13,3%) cuando compartió minutos (8,2 de promedio en el juego ante Portland) con Hyland, en un ciclo de retroalimentación que ofreció soluciones constantes a una segunda que venía en crisis.

Además, solo Bones (4/8) y PJ Dozier (4/6) anotaron más tiros de tres que el argentino (3/6), favoreciendo de esta manera la creación de espacios y minutos de calidad en beneficio de Nikola Jokic, que descansaba viendo cómo los suplentes resolvían las situaciones.

Lo mismo atrás, en un sistema que está cada día mejor. El cordobés con frecuencia sobreayudaba y dejaba mucho espacio para su atacante primario. Rápidamente ajustó eso y le imprimió la agresividad de siempre para pasar ileso de las cortinas.

Defendió 8:32 minutos (42 posesiones parciales), volvió a impactar generando desvíos (dos), y apenas le anotaron dos puntos en tres intentos de campo. Insoportable, controladamente, otra vez, insoportable.

El rival, cabe decirlo, estaba sin Damian Lillard, su principal arma ofensiva, y quizás el desenlace hubiera sido otro con él en cancha. Así y todo, siempre es grato para un entrenador ver que un jugador reacciona de la forma en que lo hizo Campazzo tras no recibir siquiera un minuto de juego contra Atlanta.

La maldición de Sísifo no existe para él. Ninguna tragedia griega puede contenerlo. Se atornilló al banco, parecía que todo estaba perdido y respondió en menos de lo que tarda en levantarse de la cama. Nada, literalmente, es imposible con este tipo.

Facundo Campazzo, orgullo extremo. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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