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“Empoderado”

Ese fue el título que utilizó Team Facu para la última edición de su newsletter. Imposible encontrar una mejor palabra que resuma el presente que está teniendo Campazzo en los Nuggets y la NBA. Individualmente, es obvio, pero imponente por donde se lo mire, a pesar de que los resultados colectivos no acompañen.

Impacto defensivo a partir de la confianza ofensiva, al contrario de lo que habitualmente supo hacer en la franquicia de Colorado. El cordobés viene atacando con creces y mucha revolución de pulsasiones cada vez que le toca ingresar, y eso se ve plasmado atrás, donde se motiva desde las buenas prestaciones en el otro costado.

Cada posesión suya parece la primera, aumentando las posesiones de un elenco acostumbrado al bajo ritmo (en la actualidad posee el segundo más bajo de la temporada, con 96,4) y ordenando a sus compañeros ante la ausencia de Nikola Jokic, el generador titular (y más natural) de Denver.

Desde el partido contra Atlanta en el que no vio acción, Facundo pareció haberse dado cuenta de que debía elevar su rendimiento y en ningún momento languideció luego de aquella ausencia. 13 puntos contra Portland, 16 frente a Chicago y la misma suma ante Milwaukee, el campeón reinante. Soberbio, sobreponiéndose a las adversidades una vez más.

9,0 puntos, 2,7 asistencias, 1,6 rebotes, 1,3 robos, 41,2% en triples y 90,0% en libres fueron sus promedios en los últimos siete encuentros, demostrando con eficiencia lo que puede realizar en ambos costados, liquidando lejos y cerca del aro, administrando roles y defendiendo en múltiples posiciones y zonas, nada disminuyó su alcance.

Eficiencia, esa es la clave para Campazzo, que se acostumbró al balón y se sobrepuso a su mal arranque ofensivo para golpear con más fuerza.

Según nba.com/stats, solo Vlatko Cancar (100%) y Jokic (66,7%) lograron un mejor porcentaje que Facu (57,4%) en tiros de campo efectivos, que evalúan las medias en dobles y triples dándole un puntaje extra al segundo.

Lo mismo en tiro verdadero, que computa el acierto en lanzamientos dobles, triples y libres, en el que apenas Cancar (95,5%), Nikola (68,5%) y Jeff Green (61,5%) superan al cordobés (61,3%), con el detalle de que solo el norteamericano y Campazzo disputaron los siete encuentros analizados.

Estos espacios disponibles a partir del afianzamiento de su lanzamiento le dieron la chance de que se le abran caminos accesibles al aro para distribuir a los tiradores partir de su excelente visión. Velocidad, creatividad, efectividad y continuidad, a su disposición. 

“Facu sigue mostrándome que es una gran fuente de energía, es un tipo que compite cada segundo que está en la cancha. Lo que realmente me impresiona de Facu es el ritmo con el que juega con su habilidad de bajar y atacar”, dijo Michael Malone, su entrenador, luego de su partido ante los Bucks.

Nuevamente, las estadísticas le hacen justicia y solo Monte Morris (4,9) y Will Barton (4,8) promedian más asistencias que el exjugador del Real Madrid (2,7), a la vez que también ellos dos lo superan en entregas potenciales, con 8,4, 7,9 y 6,4 respectivamente.

En defensa, por otro lado, la retroalimentación se nota a la perfección. Presión al portador del balón, actividad de manos en los cambios para mitigar las caídas, cobertura de ayudas en el lado débil y rotaciones constantes que lo vuelven omnipresente por momentos en la cancha.

Líder en desvíos junto a Austin Rivers (1,6 por juego) y principal fabricador de faltas ofensivas (0,29), los dos aspectos en los que Campazzo dominó en Denver en los últimos siete encuentros, que lamentablemente resultaron en un balance de seis derrotas y una victoria.

A pesar del momento negativo del plantel, en concordancia con las ausencias por lesión de Nikola, Jamal Murray, Michael Porter Jr., y PJ Dozier, Facundo está demostrando que pertenece a la NBA y que se encuentra en condiciones ideales para buscar su segundo contrato en la competencia, que termina al finalizar esta temporada.

Independientemente de lo que pase en el futuro, el cordobés otra vez volvió a levantarse como un terreno que se quema para regenerar el pasto y eliminar las malas hierbas. Desde Argentina, representando el terco porvenir de una civilización que se pone de pie después de cada caída, Campazzo no conoce de huídas, menos de batallas perdidas. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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