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El último jugador de los Nuggets en conseguir al menos 20 puntos, diez asistencias y cinco robos fue Allen Iverson.

Nunca antes alguien en la NBA logró más de 22 puntos, 12 asistencias, cinco robos, dos tapas y tres triples tirando por encima del 55% de campo y desde la tercera dimensión.

Los hitos que consiguió anoche Facundo Campazzo podrían seguir.

Aunque lo mejor es analizar su impacto en el andamiaje colectivo de Denver y cómo su más óptima versión elevó a sus compañeros para llevarse una amplia y necesitada victoria ante los Rockets en Houston.

La tarea del cordobés tuvo muy pocas fisuras y las jugadas ganadoras que realizó hasta el último segundo en cancha le valieron el reconocimiento del mundo entero de la naranja.

Se tiró de cabeza en cada balón dividido, aumentó el ritmo, supo acompañar a Nikola Jokic, controló junto a él los tiempos del partido y se llevó la medalla del mejor jugador defensivo (una cadena con las iniciales DPOG que Michael Malone entrega cada vez que Denver logra un triunfo).

Eficiencia, esa fue la clave. Eficiencia para anotar, asistir y controlar a la media cancha en defensa con energía e inteligencia. Tuvo cuatro pérdidas, pero solo falló cuatro de sus 11 lanzamientos de campo y convirtió sus cinco intentos en la línea de los respiros profundos.

Totalizó 22 puntos, 12 asistencias, cinco rebotes, cuatro robos y dos tapas, casi todas máximas en la temporada para él, con excepción de las últimas tres que empataron lo conseguido en otras ocasiones en la 2021/22. Fue el mejor del partido, lisa y llanamente.

También fue el mejor partido en su carrera en la NBA, por kilómetros de distancia.

Y lo hizo sin perder su esencia. Adelante continúa con la mentalidad del pase primero en el pick and roll y lideró a los Nuggets en porcentaje y ratio de asistencias con 48,0% y 41,4%, a la vez que ocupó bien las esquinas como receptor y finalizó sin dudar cada vez que tuvo la oportunidad.

Tal es así que entre los jugadores que sumaron 20 o más minutos anoche, fue el segundo  con mejor tiro de campo efectivo (estadística que computa acierto en dobles y triples, pero le da un puntaje extra al de tres) con 77,3 y verdadero (registra media en tiros libres, de dos y de tres) con 88,3.

En el otro costado prácticamente estuvo insoportable. El grillo en la pieza a las cuatro de la mañana haciendo ruido. No se quedó quieto. Actividad de manos, lectura, disciplina y capacidades psicofísicas por encima de la media para llegar antes que nadie y provocar los errores, con una creciente habilidad para realizar tapas. Nuevamente vale decirlo. Insoportable.

Nadie lo superó en rating defensivo (índice que registra los puntos permitidos cada 100 posesiones) si se evalúan los jugadores de los Nuggets que sumaron al menos 15 minutos en cancha. El argentino presentó un sólido 92,0 que fue acompañado por el otro apartado en el que sus compañeros no le llegaron a los talones. ¡Ocho desvíos para él! Ningún otro siquiera llegó a las tres deflections.

También fue uno de los cinco basquetbolistas de la franquicia en puntear tres tiros de dos puntos y uno de los siete en los lanzamientos totales (triples y dobles). Los datos lo avalan. Una gacela.

Esperen, hay más. ¡12 asignaciones defensivas para el exjugador del Real Madrid! Apenas cinco rivales lograron convertir frente a su presencia y solo Jalen Green supo sentirse cómodo contra su marca (3/4 en tiros de campo), aunque le provocó dos pérdidas y molestó hasta donde pudo a una de las mayores promesas de la liga.

La clase de partidos que representan un quiebre. Ojalá éste sea uno. Solo necesita otra pared por derrumbar. Pocos con su dureza mental. Consistencia se le pedía, él cumplió con osadía. Otro día en la oficina de su inverosímil vida.

Facundo Campazzo, sonría

Ignacio Miranda/ [email protected]
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