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NBA 2020/21

Un factor psicológico llamado Facundo Campazzo

16:59 30/05/2021 | ¿Cómo puede alguien causar tanto furor adonde vaya? Lo hizo en Peñarol, también en Madrid y ahora en los Nuggets. ¿Existe alguna explicación?

Campazzo sigue en ascenso (Foto: @Nacho_Hoops)

Un, dos, tres… ¡para Facu!

El público del Ball Arena de pie, como así también un recóndito país al sur del continente. Delirio y no místico, absoluto descontrol por una mera acción en la que Campazzo consiguió un robo gracias a su instinto y velocidad de manos.

La gente está eufórica, nadie puede entender cómo alguien de 1,78 y de un territorio llamado Argentina se robó el show en el lugar del show. Gritos, piel de gallina, la mesa está servida y la gloria parece ser siempre para ese cordobés divina.

¿Por qué será? ¿Cómo es que aquel hombre puede causar tanto estruendo? ¿Cuál es la razón por la que contagia a todos tanta pasión? Los seres humanos muchas veces son impredecibles, pero otras tantas sucede lo contrario y los comportamientos se vuelven generales y susceptibles de ser contagiados, copiados y desarrollados.

¿Es eso lo que acontece con el argentino? “En general lo que ocurre es un fenómeno de identificación colectiva con ese jugador que por determinadas características representa algo que el público toma como propio. Por ejemplo, Manu (Ginóbili) en San Antonio era un poco la cara de una gran comunidad de latinos. En el caso de Campazzo probablemente la identificación del público con él pasa por su talla poco convencional para la NBA y su intensidad que desborda en la cancha y llega a la gente sin dudas. De este modo el grupo social se siente representado y suele magnificar sus logros y acciones”, confiesa Gustavo Mena, licenciado en psicología que en la última temporada de la Liga Nacional estuvo desempeñando esa función en Libertad de Sunchales.

Tal vez ese sea el motivo por el que el argentino es furor adónde vaya, con esfuerzo, intensidad, energía y corazón. Capaz también sea porque Campazzo es como todos nosotros, y sin ser una Mamushka se las arregla para constantemente sobresalir, sin importar sus centímetros ni sus limitaciones.

Mide 1,78, parece de 2,10. Muerde, golpea, se golpea, lucha, molesta, defiende, anota, asiste y genera para el resto, como si fuera un personaje más del público, de la masa amorfa que día a día se levanta para ir a la oficina.

Parece como el resto, no lo es. Quizás por eso provoque tantos partidarios, sin importar la nacionalidad, la edad o el idioma. En todos los países hay un público para su juego, una demanda para su oferta. Porque siempre habrá alguien de 1,78 que no realice lo mismo que Campazzo y que lo amará por animarse a lograrlo.

Una utopía destrozada. Una quimera que nunca existió. Facundo Campazzo, solo una persona ordinaria, que hace cosas extraordinarias. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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