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A tres temporadas de su última aparición en las Finales de Conferencia, los Atlanta Hawks vienen de una campaña decepcionante con un récord de .500 y se encuentran mirando hacia arriba en una Conferencia Este dominada por equipos de alto calibre.

Los Hawks no lograron hacer incorporaciones de gran impacto en esta temporada baja. No obstante, cuentan con la cohesión de su lado, ya que se preparan para una temporada completa bajo la dirección del entrenador Quin Snyder, quien regresó a Atlanta a finales de febrero.

Trae Young y Dejounte Murray siguen siendo una de las parejas de bases más respetadas en la liga. La temporada pasada, Young y Murray se convirtieron en el segundo par de compañeros en la historia de la NBA en promediar al menos 20.0 puntos y 6.0 asistencias por partido. Se espera que esta pareja mejore su eficiencia en su segunda temporada juntos.

Atlanta ha rodeado a su dúo estelar con varios tiradores, sumando a Patty Mills y Wesley Matthews, dos veteranos que tienen un porcentaje de acierto de 37.6 por ciento o mejor a lo largo de sus carreras. Esto se suma a un núcleo liderado por Bogdan Bogdanovic, quien tuvo un 40.6 por ciento de efectividad en tiros de tres en la temporada 2022-23.

De'Andre Hunter aumentó su promedio de puntos la temporada pasada, promediando un récord personal de 15.4 puntos por partido. Atlanta necesitará que mantenga esa trayectoria, especialmente con la salida de John Collins. Si Hunter puede consolidarse como la tercera opción de anotación detrás de Young y Murray, los Hawks deberían superar la marca de .500 esta temporada y posiblemente evitar el torneo de play-in.

Después de años de indecisión acerca del futuro a largo plazo de Collins en Atlanta, los Hawks finalmente intercambiaron al versátil interno hacia Utah Jazz. Aunque eliminar la incertidumbre en torno a su situación es un punto a favor, reemplazar a un jugador con un historial de temporadas de 20 puntos y 10 rebotes será un desafío. Saddiq Bey nunca ha promediado más de 4.9 rebotes en una temporada, mientras que el juego ofensivo de Clint Capela sigue siendo secundario en comparación con su destreza defensiva.

En el peor de los casos, Atlanta se mantendrá alrededor del récord de .500 durante gran parte de la temporada y luchará por un puesto en los playoffs durante el torneo de play-in. Si logran dar con la tecla, los Hawks sin duda podrían pelear por uno de los puestos directos a playoffs entre el 5to y el 6to lugar, detrás de potencias como los Bucks, Celtics, Heat o Sixers.