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No hay caso. Boca no puede hilvanar una buena racha que lo saque de esta sensación de insatisfacción, profundizada desde su eliminación en la reciente Liga Sudamericana, que era el primer objetivo de la temporada. Pero sin casa propia (hoy hizo de local en Ferro, mientras terminan de reacondicionar La Bombonerita), de local no ha podido nunca hacerse fuerte y hoy cedió otra vez, pero ante un rival impensado, porque Comunicaciones venía 19º con solo 2 triunfos en el torneo. 

Lo terminó ganando bien, con un dato central para el análisis: la cantidad de puntos que anotó. Boca sigue teniendo varios problemas para resolver, pero el de la defensa es indudablemente el más grave, porque no tiene jugadores fuertes en ese rubro (algo Mata, algo Guerrero, poco más) y cuando cambia balón por balón en juegos de muchas posesiones, no puede sostener la intensidad en toda la cancha. 

Boca lo empezó mejor, como suele pasar en los partidos del Xeneize, con buenos porcentajes, pero sin terminar de aprovechar las ausencias de su rival (nada menos que Vasirani y Allen), por lo que, cuando no la metió con la misma puntería y no defendió bien, las nubes blancas se pusieron negras. Llegó a sacar 5 en el tercer cuarto, pero todo fue un parto. 

Vorhees hizo un gran partido, completo, el zurdo Guerra tuvo una noche lúcida y apareció al fin Carlos Buemo, que no venía muy bien en la temporada y fue clave, con 21 puntos. Boca se fue diluyendo defensivamente, Comu fue creciendo en confianza y tuvo muchos puntos altos: Vorhees (28+9), Guerra (21 y 3/5 triples), Buemo (21), Sahdi (13 y 7 asistencias) y Giorgi (12). Victoria final por 107-102 para los correntinos, que en pocos días le ganaron al líder (Gimnasia) y ahora a Boca, ambos de visitantes. Fue el segundo partido desde que Leandro Hiriart tomó el equipo, y ya hubo un cambio. Para Boca todo es preocupación. Seguramente habrá novedades pronto. 

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