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Luca Bianchi asumió el cargo de entrenador de la Virtus de Bolonia tras el inesperado despido de Sergio Scariolo, quien llevó al equipo italiano a la conquista de la EuroCup y a su participación en la Euroliga la temporada pasada. Además, Scariolo logró coronarse campeón de la Supercopa de Italia por tercera vez consecutiva a nivel local.

El entrenador de Letonia en la Copa del Mundo FIBA 2023 se convirtió en uno de los entrenadores más buscados en el mercado tras su exitosa experiencia en Filipinas. Su éxito en el torneo mundial, con el equipo europeo ubicado en el quinto lugar, atrajo la atención inmediata de los clubes italianos. Bianchi compartió su experiencia, diciendo: "Nada más aterrizar en Italia, encendí el teléfono y recibí la llamada de la Virtus Bolonia. Era un viernes por la tarde temprano. No tenía conocimiento de que Sergio y el club habían decidido separarse".

Bianchi expresó un profundo respeto por Sergio Scariolo y lo considera una fuente de inspiración en su trabajo. Destacó que Scariolo es diferente de otros entrenadores de renombre que han trabajado tanto con clubes como con selecciones nacionales al mismo tiempo. Según Bianchi le contó a AS, “Scariolo ha dejado una huella indeleble en el proyecto y el sistema de la federación española, desde el primer equipo hasta las selecciones juveniles, mientras sigue siendo fiel a su papel de entrenador en jefe, incluso como segundo entrenador de un equipo de la NBA”. Lo calificó como alguien único, exclusivo e irrepetible.

Además, Bianchi mencionó cómo se ha inspirado en Scariolo, su predecesor en el cargo de la Virtus. "Me inspiré en él porque siempre quieres aprender de los mejores. Especialmente en los últimos dos años, tener a dos entrenadores como él y Ettore Messina en Italia ha sido una oportunidad que no podía dejar pasar", añadió Bianchi, quien también fue asistente de Messina durante dos años en el Olimpia Milano.