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Luka Doncic y los Dallas Mavericks fueron eliminados de los playoffs después de su derrota por 115-112 contra los Chicago Bulls el viernes. Fue un resultado decepcionante para los Mavericks, ya que fueron cuartos en la Conferencia Oeste antes del All-Star Weekend, donde parecían encontrar cierta estabilidad. 

La caída en desgracia de los Mavericks podría ser sorprendente dado el colapso repentino, pero la adquisición de Kyrie Irving siempre fue un movimiento arriesgado. Dallas intercambió dos piezas de rotación clave y una futura elección de primera ronda por Irving, que podría terminar siendo un alquiler de media temporada si finalmente se va en la agencia libre. 

En primer lugar, los Mavericks siempre podrían haber extendido a Jalen Brunson la temporada pasada antes de que su padre se hiciera cargo de las negociaciones. Los Mavs pasaron de ser finalistas de la Conferencia Oeste a un equipo de lotería en menos de un año. Kyrie Irving podría ser un culpable por la caída de los Mavericks, pero los Mavs intercambiaron dos jugadores claves de su sistema refinado para adquirirlo. Dallas no ha sido conocido por su profundidad, que se agotó desde el traspaso de Irving. Su defensa también se ha visto afectada por la adquisición de Irving, dado que Dorian Finney-Smith era su mejor defensor perimetral. La combinación de Luka e Irving siempre equivale a más puntos y los Mavs son décimos en anotación desde que Kyrie llegó.

Sin embargo, la defensa ha sido atroz, con un rating defensivo del equipo de 119.7 desde el intercambio de Irving. Es la séptima peor defensa de la NBA. No importa cuántos puntos se anoten si se permiten más puntos en el otro extremo. Ahí es donde la figura de Jason Kidd entra en acción. Tiene su gran cuota de responsabilidad en la penosa temporada de Dallas, pero Kidd entrenó al mismo equipo y los convirtió en uno de los mejores equipos defensivos de la NBA la temporada pasada. Además de llegar a unas Finales de Conferencia por primera vez en una década.