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Nunca vivir mirando hacia atrás. Lo que no significa no reconocer lo que ha sido Draymond Green para la historia de los Warriors, ni tampoco desecharlo como un auto usado que sumó kilómetros, perdió valor y ya no gana carreras. De hecho, a esta situación se llega mucho más por él que por el equipo, que lo banco en cosas que muy pocas franquicias han bancado a una estrella. Pero como diría la canción, todo tiene un final, todo termina. 

Si bien la info no es oficial, se sabe que los Warriors son uno de los varios equipos que empezaron a moverse fuerte para el mercado de trades que vence este 2024 el jueves 8 de febrero. La joya más preciada que va a ser centro de negociaciones varias será el camerunés de Toronto, Pascal Siakam. Si bien Siakam se veía toda su carrera en los Raptors, con 29 años, una franquicia que no termina de subir y su cotización no acorde a su nivel, parece que llegó la hora de partir. De hecho, si no le ofrecen una extensión, será agente libre al final de esta temporada. 

¿Es el jugador ideal para reemplazar en funciones a Green en GSW? Obviamente no tienen demasiadas similitudes en el juego, aunque podrían buscarse algunas cualidades parecidas que lo hacen muy atractivo: jugador de equipo, buen pasador, bueno defensivamente. Difieren en cosas bien claras. Mientras Green es un líder nato, vocal, quizá el más importante en Golden State, Siakam es un acompañante de lujo. Si llegara a GSW (lo que no implicaría indefectiblemente la salida de Green), sería a priori una pieza muy interesante, porque si bien su tiro de tres mermó bastante este año, es confiable abierto y versátil para anotar de distintas formas, algo que con Green no tienen. 

¿Hay chances reales de que los Warriors lo consigan? Habrá que ver lo más importante: qué pueden dar por él. ¿A Toronto le serviría Draymond? No parece, aunque habría que ver si podrían tomarlo como un instructor para Scottie Barnes. ¿Wiggins? De alguna manera tendrían que deshacerse de jugadores caros para hacer espacio para el futuro salario de Siakam, que debería renovar en el receso. Si no el trade no tendría sentido. O sí: sólo para ir por el anillo este año, y después ver. 

La realidad es que la franquicia es otra desde el día que Draymond le propinó la demoledora trompada a Jordan Poole en la pretemporada del año pasado. De ser campeones con altas chances de repetir, el espíritu del equipo cambió por completo y todo se desmoronó: canjearon a Poole y ahora sufren un nuevo revés con la suspensión indefinida de Green luego del primer altercado grave hace unas semanas con Gobert. Algo hay que hacer. Ahora.