Amplia victoria del Madrid y dura caída del Fuenlabrada
11:14 20/11/2022 | Los blancos vencieron al Murcia 93-57 con apenas 12 minutos de Deck mientras que el Fuenla cayó en Bilbao 82-109 con buena participación de Juan Fernández.
Real Madrid 93-Murcia 57 / acb.com
El Real Madrid ganó con mucha más facilidad de la esperada, 93-57, a un feble UCAM Murcia que apenas opuso una seria resistencia en los primero instantes del partido. El choque no duró mucho, apenas 7 minutos, el tiempo que tardó el Real Madrid en poner tierra de por medio en el marcador. El UCAM Murcia se adelantó en el primer minuto de juego con una canasta de Jordan Davis (1-2) y a partir de ahí el equipo murciado se descosió por completo. La marcha del marcador no ofreció duda alguna, 16-6 (min.7.30), 21-9 (m.8.30) y 27-9 al final del primer acto.
El Real Madrid en modo velocidad de crucero pasó por encima de un UCAM Murcia sin armas, sin poder de reacción, sin energía. Sito Alonso, entrenador de los universitarios lo intentó casi todo, incluso cambiar a los cinco jugadores de golpe a falta de un minuto para el final del primer cuarto, pero no encontró solución.
El Real Madrid siguió a lo suyo, sin hacer excesos ni en defensa ni en ataque, llegando a marcar la máxima ventaja en el minuto 18 con 52-18. Al descanso, 52-22. El marcador fue duro para los visitantes, pero en la valoración todavía salió peor parado con un 42-1 en la primera parte y 75-5 al descanso.
Edy Tavares, Petr Cornelie y Dzanan Musa abrieron la espita de los puntos, pero Alberto Abalde y Mario Hezonja la mantuvieron. En el UCAM, poco o casi nada, alguna canasta de James Anderson y poco más.
Con 30 puntos de diferencia, los murcianos salieron a jugar por su honor, mientras que el Madrid debió esforzarse por mantener el tono mínimo de competición, algo nada sencillo con marcadores tan abultados.
Musa demostró su facilidad para anotar y el Madrid, mejoría en la circulación del balón, al tiempo que la vuelta de Fabien Causeur cubrió la salida por lesión de Adam Hanga. El tercer cuarto finalizó con 71-43.
En los últimos diez minutos, Causeur pudo acelerar su puesta a punto y Eli Ndiaye tuvo minutos, dando descanso a los más cargados ante una semana de nuevo con doble jornada en Euroliga. El 93-57 final, explicó perfectamente el partido.
93 - Real Madrid (27+25+19+22): Williams-Goss (2), Deck (0), Cornelie (10), Tavares (10) y Musa (14) -cinco inicial-, Causeur (8), Abalde (12), Hezonja (9), Poirier (19), Llull (8) y Ndiaye (1).
57 - UCAM Murcia (9+13+21+14): Trice (5), Davis (6), Pustovyi (9), Anderson (9) y Rojas (3) -cinco inicial-, Klavzar (0), Bellas (4), Radovic (4), McFadden (0), Sakho (2), Diop (11) y Jelinek (4).
Árbitros: Carlos Peruga, Esperanza Mendoza y Roberto Lucas. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 6.515 espectadores.
El Bilbao Basket pasa el rodillo ante un Fuenla ausente / Diario As
El Bilbao Basket se agarra a sus clásicos para cerrar la pésima racha de cuatro derrotas consecutivas. Con Miribilla y un Hakanson que empieza a ser una estrella en la ACB en un momento de plenitud y madurez, pasó el rodillo por encima de un Fuenlabrada que no es ni sombra de ese renacido equipo al calor de Pichel. El técnico sustituto de Raventós ha sido confirmado hasta final de temporada, pero la imagen de hoy seguro que quiebra la confianza de más de uno en la cúpula. Sesteó sobre Miribilla, se borró uno de sus líderes Eyenga y consintió la paliza que considerase oportuna el Bilbao Basket. Matinal con ración de autoestima para los vizcaínos, que anotaron con una facilidad pasmosa.
Su tercera máxima mejor anotación histórica, tras la de Valencia (111, en la temporada 2012-13) y Cajasol (110 en la 2011-12), aunque en ambos casos hubo prórroga. Es decir, jamás se había llegado a semejante cota en 40 minuto. Y con los 109 punto faltó solo un triple para romper el techo. No será casual el hecho de que esta exhibición llegue cuando Ponsarnau al fin tiene a todos. Radicevic está lejos de su mejor forma, pero ha permitido descargar de labores de dirección a Smith, de nuevo con el traje exclusivamente de ‘metepuntos’. Por momentos se vio un interesante duelo entre los cincos, el único con cierto debate, pero al final el que llevó las riendas fue el sueco más artista, Hakanson. Los porcentajes de tiro fueron galácticos.
El Bilbao Basket ha empleado el parón en cambiar cosas de su juego, pensar en ataques más dinámicos, que no todo se resuma a: llega Hakanson, pide un bloqueo y se la tira él o dobla a alguien y que haya suerte. La actividad defensiva también es mayor. Ya no se les ve tan fácil la matrícula, el balón pasa por más manos y hay una amenaza superior. Rabaseda, por ejemplo, se animó en el amanecer del encuentro. y Kyser se destapó con su mejor partido como ‘hombre de negro’, atacando de cara a jugadores mucho menos móviles. Los manejadores del balón, Hakanson y Smith, gobernaron la matinal y el equipo de Pichel no tenía actitud para plantar cara ni a un equipo de juniors. Trató de volver a la escena tímidamente pero no hubo opción, el ritmo era absolutamente local.
El partido discurría sin mayores dificultades hasta que a Eyenga le dio una locura transitoria. Empezó a encararse con los árbitros y le castigaron con técnica, según los colegiados por una falta de respeto. Se la ganó a pulso, pero es que siguió erre que erre desafiando a la autoridad, así que fue descalificado, tres tiros libres de regalo Le tuvieron que sujetar y ayudar a desfilar. Parece mentira un jugador con esta experiencia que sea tan torpe y deje al equipo huérfano de su concurso. Si el Bilbao Basket había puesto la proa al partido, eso aún le elevó más: 30-17. El equipo de Pichel se vio perdido al advertir cómo se borraba uno de sus líderes y se diluyó aún más: 44-28. Rabaseda fue pitado por la afición visitante al grito de ‘Pesetero’ en unos tiros libres, junto al más suave ‘Lo vas a fallar’. Es histórico que a alguien del humilde Bilbao Basket le echen en cara su afán materialista, aunque se trataba de un pasaje casi de la prehistoria, de cuando quiso volver al Barça en 2011 desde el Fernando Martín.
El Fuenlabrada solo pensaba en coger el autobús de vuelta. En escapar. Solo los ‘cincos’ Okouo y Ristic anotaban con cierta fluidez. El resto, en un naufragio. Nada más empezar la segunda parte, Smith dejó claro que no iban a bajar la guardia: un triple para el 50-35. Withey hizo la cuarta falta y era lo único preocupante en la filas locales. Solo faltaba que Francis Alonso entrara en puntos y recuperase la confianza para tener una matinal redonda. Hakanson siguió en el recital: el clásico tiro con ‘superpiernas’ en parada en la zona cayéndose hacia atrás para esquivar el tapón, un triple en un contraataque, otro ante una zona de plastilina que le dejó vía libre... la diferencia creció hasta los 24: 75-51 a falta de 12:01. El paseo final fue de época. Una paliza que hace olvidar al Bilbao Basket todo lo malo de esta campaña llena de zancadillas.
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