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Sue Bird es una de las jugadoras más importantes que tuvo la historia del básquet mundial. Multicampeona con Seattle Storm de la WNBA y de Mundiales y Juegos Olímpicos con Estados Unidos, logró formar un tándem letal junto a Breanna Stewart, que comenzó en la franquicia de Washington y luego se trasladó al representativo nacional.

Además en el seleccionado de su país, también fue compañera de Diana Taurasi, otra de las grandes jugadoras de la historia. Bird ostenta el récord de haber participado en cinco Mundiales y cinco Juegos Olímpicos, ganando nueve de esas competencias.

Bird fue elegida en la primera posición del draft en 2002, en su temporada estreno llegaron a semifinales de conferencia pero cayeron ante Los Angeles Sparks. En la siguiente no pasaron a los playoffs y en 2004 logró su primer título con las Storm, derrotaron a Connecticut Sun por 2-1.

Pasaron cinco temporadas en las cuales llegaron hasta semifinales de conferencia y fueron eliminadas. Tuvo que esperar hasta el 2010 para poder sumar su segunda consagración, en dicha ocasión vencieron a Atlanta Dream por 3-0.

Nuevamente vino la racha negativa. Fueron tres temporadas en las que llegaron a semifinales de conferencia pero en las dos siguientes, ni siquiera pudieron acceder a playoffs y Sue decidió armar las valijas. Charló y se reunión con varios equipos durante la Agencia Libre buscando su mejor opción.

“Toda mi identidad como jugadora de baloncesto consistió en ganar”supo decir Bird y eso no estaba sucediendo en las Storm y estaba dispuesta a abandonar Seattle y su sueño de jugar toda su carrera y retirarse con la camiseta de su equipo.

Hasta que sucedió un hecho, en ese mismo 2016, que la hizo cambiar de parecer. “La vida es divertida. Tienes todas estas conversaciones, pasas semanas y meses pensando en las cosas, y luego, de repente, de la nada, sucede algo que hace que todo cambie”, comentó Bird.

¿Qué pasó? Le sonó el celular y del otro lado se escuchó: “Ganamos la lotería. Tenemos a Breanna”. Seattle se había quedado con el primer lugar para elegir en el draft de ese mismo año e iban a quedarse con la gran promesa estadounidense que venía de dominar la NCAA: Breanna Stewart.

Solo eso alcanzó para convencerla. Se quedó en Seattle y tras dos primeras temporadas en las que fueron eliminadas en primera ronda, lograron dos títulos de la WNBA en tres años. Formaron un tándem letal y determinante y Stewart logró cumplir el sueño de Bird de quedarse en las Storm, jugar toda su carrera y retirarse allí.