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Si había algo que caracterizaba a la Selección Argentina en este Siglo XXI, era la participación en las grandes citas del básquet, ya sea Juegos Olímpicos, Mundiales o torneos continentales. Pero no solo eso, sino que también fue protagonista en la mayoría y llegó a instancias definitorias en todos esos torneos.

Y en este apartado era el líder a nivel global, como expresó el periodista estadístico Gastón Trucco con 21 campeonatos de manera consecutiva clasificando y pasando la primera fase. Superaba a España con 20, Australia con 19, Estados Unidos con 15 y Francia con 12.

Todo comenzó en aquel Premundial 2001 y desde allí el equipo argentino, sea con el nombre que sea, no paró de ser un contendiente firme en cada cita que lo tuvo como protagonista. Desde ese torneo en Neuquén, con medalla de oro, hubo dos segundos puestos en mundiales, la dorada de Atenas 2004, el bronce de 2008 y el cuarto puesto en 2012 en Juegos Olímpicos, y tres títulos de lo que hoy se conoce como Americup, ganadas en 2001, 2011 y la fresca en la memoria del 2022.

Si claro, la Generación Dorada fue maravillosa, pero la transición y esta nueva camada también sostuvo a la albiceleste en cuanto a logros y ojalá esta eliminación sirva para barajar y dar de nuevo. Evaluar lo bueno y lo malo del proceso para aprender y que no vuelva a suceder con un seleccionado que logró meterse entre los mejores del mundo y que tiene el talento para volver a estar allí.