Entrevista

Paolo Quinteros: "Partidos como el de anoche son mi combustible"

15:36 09/12/2020 | Charlamos con el jugador más veterano de la Liga, 41 años, pero que ayer dio una demostración de juego ante San Lorenzo.

Quinteros, impecable a sus 41 años, y líder de Regatas (Foto LNB Contenidos)

Paolo Quinteros nació el 15 de enero de 1979, por lo que en un mes y 6 días cumplirá 42 años. Algunas cosas le cuestan más que antes y el cansancio se nota a veces, pero la calidad permanece intacta. Y en partidos que motivan, como el de anoche ante San Lorenzo, su personalidad lo empuja a dar un extra. Terminó con 26 puntos en 30 minutos y fue la enorme figura en el triunfo de su equipo 102-95 en suplementario. 

-¿Cuando pasan partidos como el de ayer notás que estás jugando mucho o la adrenalina de un gran partido te hace olvidar?
. Creo que se juntan un montón de cosas y el hecho de jugar mucho o poco el cuerpo te avisa, te manda mensajes, por eso es importante saber reconocer eso. Anoche en un momento pasó y le pedí al entrenador que me saque un poco, pero después, en los momentos importantes y decisivos, obviamente ahí no existe cansancio ni dolor. Querés terminar el partido y ganarlo. Son las situaciones que uno va viviendo durante lo que dure el juego. Lo importante es que estaba bien, con piernas y energía. 

-¿Partidos como este son el combustible que te hace seguir?
. Sin dudas. Esas cosas son un granito de arena que te van empujando, que te van mostrando que todavía podés seguir aportándole cosas buenas al equipo. Que si uno quiere puede seguir disfrutando de este deporte, que uno tanto quiere, por algo hace todo este esfuerzo para jugarlo. Porque lo disfruta. Ayudar al equipo a ganar te sigue empujando a continuar. 

- En un año tan especial, con una pandemia que hizo suspender el torneo anterior, que obligó a estar 7 meses sin jugar, a tus 41 años, ¿te llegó a hacerte plantear el retiro?
. No, en ningún momento. De hecho, lo hablé con mi hermano en su momento y él me decía 'dejate de joder, te tenés que retirar jugando', y yo le decía que se quedara tranquilo porque iba a seguir. Ni en pedo pasó por mi cabeza. Cuando me retire va a ser dentro de una cancha, terminando una temporada, no de esta manera. Esta pandemia no me iba a sacar de las canchas, no me iba a retirar. 

-¿Mirás mucho el DNI o mirás más el dolor que tenés cada mañana post partido, las ganas de entrenarte, que te de bronca que un pibe te pase y no lo puedas agarrar? Porque a la larga lo del DNI es una presión ficticia. Podés tener 30 y estar hecho pelota, o 41 y estar impecable. 
. Tal cual. Lo del DNI te lo hacen acordar, sin querer, en broma o en joda, te lo refrescan todo el tiempo. Pero lo tomo como es, porque es una realidad: tengo 41 años. Pero por dentro me siento distinto, me siento joven todavía, con energía. El hecho de enfrentarme a jóvenes y poder estar, no todo el tiempo, casi a la par de ellos...que les cueste defenderme, eso es motivación. A lo de la edad le doy poca relevancia. Escucho a mi cuerpo y lo atiendo, para que todos los días me responda al ciento por ciento. 

- Ayer le metiste una bomba al final del segundo cuarto a dos pibes que te fueron a defender que, sumados, tenían 37 años. 
. Jejeje. No me molesta para nada, porque no deja de ser una realidad. Lo mismo cuando con Omar (Cantón), nos damos un pase y el otro anota y decimos que hicimos un doble de casi 80 años. O con Jamaal (Levy). Yo tengo compañeros de equipo que los duplico en la edad, pero lo que vale es estar a la altura, competir de igual a igual y enseñarle a los chicos que, cuando quiere y se lo propone, puede estar compitiendo a esta edad. 

-¿Hay algún ejemplo mayor que puedas dar del que te vean como estás?
. Yo trato de decirles siempre que se cuiden, que sean respetuosos, que escuchen a los más grandes. Que aprendan. Porque nosotros quizá no tengamos la energía o explosión que tienen ellos, pero tenemos mucha experiencia en las espaldas, entonces si podés mezclar esa experiencia con la energía de ellos, podés hacer diferencia. Eso busco volcarlo siempre en ellos. Todavía tienen mucho camino por recorrer. Les digo que vayan despacito, porque todo llega a su momento. 

-¿Con lo de la pandemia que afectó de una manera distinta, tuviste que tener un rol distinto como líder?
. Bueno, sí. Yo siempre trato de predicar con el ejemplo. Eso es importantísimo. Trato de llegarle a los jóvenes. Y en esta situación difícil que nos tocó atravesar como equipo, busco imponer mi experiencia. A veces es difícil que te escuchen, porque hoy el sistema está muy cambiado y es difícil hacerles ver las cosas, porque a veces creen que se las saben todas. Tienen otra mentalidad y piensan de otra manera, pero hay que intentarlo. 

-¿Y en lo puntual del efecto que tuvo emocionalmente el encierro, te metiste también en eso?
. Uno siempre trata de hacerles ver las cosas positivas, levantarles el ánimo. Tenemos a Vildoza que se quedó, que no pudo jugar, otros que no los afectó tanto, otros que sí. Yo trato de ayudarlos desde lo mental. Que estén tranquilos, porque los partidos contra Obras y San Lorenzo los pensamos más que nada para ponernos bien, porque veníamos la mayoría de estar casi 15 días sin tocar una pelota. Solo 3 jugadores no nos contagiamos. Obviamente eso anímicamente juega en contra. Uno vivió muchos momentos críticos y si se está tranquilo y se deja ayudar, se puede salir. 

-¿A vos cómo te afectó jugar el año pasado, no terminar, estar muchos meses sin nada, volver, suspenderse el campeonato de nuevo, convivir en una burbuja de 10 equipos en el mismo hotel, retomar con casi todos tus compañeros contagiados?
. Yo tuve la suerte de no contagiarme, y cuando volvimos a Corrientes, con Omar éramos los que más queríamos entrenarnos, porque sabíamos que un parate largo no nos iba a favorecer. Había que parar la pelota, porque la situación se nos podía ir de las manos. Yo no compartía lo de los 10 equipos en un hotel, pero así estaba dada la situación  había que buscar soluciones, no culpables. El parate lo usé para seguir entrenando, y sabía que los que estábamos sanos íbamos a tener una responsabilidad mayor. 

-¿Cuesta meterse en la cabeza la parte deportiva, la competencia, y no ver esto como una transición? A veces parece como un torneo de pretemporada, pero es el torneo. 
. A veces cuesta, por las circunstancias. A veces no es una competencia pareja, porque algunos equipos han tenido muchos problemas de contagios y otros no, entonces eso ha generado ventajas muy grandes. Está latente que pueda haber más casos, entonces tenés la cabeza en varios lados, y no la podés tener solo en lo importante, que es competir. Pero adentro de la cancha uno se olvida y piensa en ganar. Eso no cambia. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

 

 

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