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Todos alguna vez, fueron o son fanáticos de algún deportista, por los que festejamos sus triunfos y por los que entristecemos por sus derrotas. Incluso, algunos pueden llegar a identificarse con un deportista y querer seguir sus pasos. Incluso quienes luego se vuelven atletas profesionales, de pequeños también tenían sus idolatrías. Kenyon Martín sr, llevó esto a un nivel personal y tomó en sus propias manos, revancha por su ídolo de la infancia. 
 

Corría el año 1991 e Isiah Thomas, ya con dos campeonatos bajo el brazo, enfrentaba a los Jazz. Un mero partido de temporada regular, para los bad boys de Detroit. En aquel equipo de Utah, ya se encontraba, Karl Malone. El cartero, en sintonía con el juego brusco de los Pistons, convirtió una peligrosa infracción contra Thomas. Un codazo en el ojo por el que le darían 40 puntos de sutura. Malone fue expulsado y multado, pero las vueltas del destino le seguirían cobrando aquel golpe, incluso 10 años después. 
 

En aquel juego, cuando Thomas recibió el codazo de Malone, Kenyon Martin estaba presente, con 14 años. En un episodio del podcast 'All The Smoke', reveló cómo quiso vengarse de Malone por golpear a Thomas. 
 

Así lo contó, él mismo: “¿Recuerdan cuando Karl Malone le dio un codazo a Isiah Thomas y lo partió en dos? Isiah estaba goteando sangre. Esto fue mucho antes de que yo estuviera en la liga y nunca pensé que iba a llegar a la NBA para empezar. Pero recuerdo que lo tenía ahí goteando.” En 2002 New Jersey Nets recibía a los Jazz, en sus palabras, la venganza se consumó así: “El gran John Stockton le soltó un pase. Entré directamente a Karl Malone y boom, lo derribé, y no se levantó. No hizo nada. Yo estaba como, 'Aww, este hijo de put@, es muy blando”. 
 

Kenyon Martín Sr, dejó su marca en los años 2000, con su juego rocoso, agresivo y su muy buena memoria para tomar venganzas.