Informe

Chicago Bulls, el Chapu Nocioni y la vincha de Ben Wallace

15:59 20/01/2022 | En la tercera temporada del argentino en los Bulls se produjo un suceso inesperado a partir del fichaje de Big Ben. La historia.

Ben Wallace y Chapu Nocioni, peleando por un balón (Getty)

Andrés Nocioni, Chapu, debutó en la NBA en la temporada 2004/05. Venía de ser campeón olímpico, padre por primera vez y todo era color de rosa, más allá de las heladas en Chicago (que soportaba más que nada su paciente esposa, Paula). Ese primer año, luego de no entrar en playoffs desde el retiro de Jordan (1999), se metieron en la postemporada, aunque cayeron en primera ronda 2-4 ante Washington.

En el segundo año, historia parecida. Volvieron a entrar en playoffs, pero nuevamente cayeron en primera ronda, esta vez ante los que luego serían los campeones de la NBA: el Miami Heat de Wade y Shaquille O'Neal. También fue 2-4 y Shaq dominó la serie. Por ese motivo, la dirigencia le apuntó a un fichaje que pudiera frenar a O'Neal en los playoffs, y contrató a Ben Wallace, Big Ben, el pivote que había sido campeón con Detroit en el 2004, justamente anulando a los Lakers de Shaq en la final. 

Wallace llegó entonces para la campaña 2006/07. Recuerda Chapu, en una frase extraida de su biografía oficial, "El Chapu": “Wallace nos daba una presencia física y una solidez defensiva mayor. Nosotros le apuntábamos a Miami, y Ben a Shaquille siempre lo defendía bien. Me acuerdo que casualmente empezamos la temporada contra ellos de visitantes y les ganamos por 42". 

El problema con Wallace, de arranque, no tuvo que ver con Shaq, ni con sus compañeros, ni con el entrenador ni con el salario. Tuvo que ver... con su vincha. Los Bulls, por orden expresa de su dueño, el multimillonario Jerry Reinsdorf, no permitía que ningún jugador de Chicago usara vincha, algo que había sido característico de Wallace en Detroit. Pero como Ben no había dicho nada al firmar su contrato, se suponía que estaba todo bien. 

Cuando llegó el primer partido del año y sus compañeros vieron a Wallace entrar con la vincha en la muñeca, pensaron que la usaría allí, como para mantener cerca su amuleto. Pero no, Wallace cazó la vincha y, antes del salto inicial, se la puso. Scott Skiles, el entrenador, se puso como loco. Automáticamente pidió cambio, por lo que, en pocos segundos, Wallace estaba afuera. Discutieron fuerte y así empezó la temporada. No era para entusiasmarse. Sería el comienzo de un año complicado.

Aunque la temporada fue buena, llegaron a segunda ronda (eliminando a Miami y perdiendo ante Detroit), la relación entre Skiles y Wallace, por lo de la vincha y algunas cosas más, era pésima. Entonces, antes del arranque de la 2007/08, Skiles reunión al equipo y les dijo: “El presidente de los Bulls, Jerry Reinsdorf, autorizó a que Ben Wallace, solo él, pueda usar vincha, porque para él es muy importante, entonces le pedí permiso para que lo deje. ¿Estamos de acuerdo, nadie más va a querer usar vincha?”. Todos respondieron que estaban de acuerdo.

Wallace se puso la vincha un par de partidos e, inexplicablemente, no la usó más. “Yo no lo podía creer -relata Chapu en su libro-, porque Ben era buen tipo, sinceramente. Hablaba poco y muy cerrado, yo no lo entendía mucho. Una vez me dice ‘ey Noch, estoy frustrado, porque ayer le pregunté a mi hijo quién era su jugador favorito de los Bulls. ¿Adivina qué me contestó? Que eras vos. Sos blanco y latino, ¿y encima el ídolo de mi hijo?’ Y se mataba de risa. Yo no sabía si me lo decía en serio o en broma. Era un genio. Me respetaba. Por ahí tenía algún celo conmigo porque yo era muy de Scott Skiles”. 

Como usted se imaginará, la situación no daba para mucho más. El 21 de febrero del 2008, un año y medio después de su llegada, Ben Wallace fue parte de un gigantesco trade que lo mandó a Cleveland, recibiendo los Bulls en el revoleo, entre otros, a Drew Gooden y Larry Hughes, que se terminaría convirtiendo en la perdición de los Bulls. Todo por una vincha. 

Fuente: 
El Chapu, Memorias de un guerrero

Compartir