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Boston sacó a relucir el orgullo de campeón y se ganó una vida más ante New York. Fue victoria para los Celtics por 127-102 para estirar la semifinal del Este a un sexto juego.

Derrick White emergió como gran figura con 34 puntos, seguido por 26 más 12 asistencias de Jaylen Brown, 17 de Payton Pritchard y 14 de Jrue Holiday. Párrafo a parte para Luke Kornet, con 10 puntos, 9 rebotes y 7 tapas. En la visita lo mejor pasó por los 24 puntos de Josh Hart y los 22 de Jalen Brunson.

Los Celtics apostaron a Kristaps Porzingis para reemplazar a Tatum, pero de poco les sirvió (12 minutos y 0/3 de campo con 1 punto). Quien tomó la lanza ofensiva fue Derrick White con 14 puntos en el primer cuarto. Sin embargo, los Knicks mostraron intensidad y llegaron a sacar 8 de distancia con buenos pasajes de Jalen Brunson y Josh Hart, pero también apoyados por ingresos efectivos de Mitchell Robinson y Miles McBride, con 6 y 8 puntos cada uno.

En este contexto, quien dio la cara en el segundo parcial fue Jaylen Brown. De su mano salieron 17 puntos clave para que los locales remontaran y llegaran igualados en 59 al entretiempo con un 48% en triples para los locales y 47% para la visita.

En el tercer cuarto los locales se enfocaron en defensa, con un Kornet que estaba en todos lados (7 tapas) y sacaron ventajas a partir de allí y con un White intratable. Desde su mano los Celtics sacaron máxima de 15 frente a unos Knicks que se sostenían con las apariciones de Towns y de Hart.

A partir de allí, con aportes claves de Pritchard, Horford y de Holiday, Boston se alejó y la diferencia no paró de crecer. Los Knicks no encontraron variantes en ofensiva (Anunoby 6 puntos con 1/11 de campo, Bridges con 9 y 4/14). Así, los de Joe Mazzulla cerraron un triunfo contundente para seguir con vida.

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