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La extraña racha de Golden State en finales en casa

20:25 05/06/2022 | Los Warriors son, para muchos, el mejor equipo del Siglo XXI, pero tienen una particular marca negativa jugando como locales.

Steph Curry y un gesto que lo dice todo (Getty)

Se pueden discutir muchas cosas de los Golden State Warriors, pero a esta altura difícil sacarlos de un Top 10 de la historia en cuanto a los mejores equipos que han pasado por la NBA. Hablamos, obviamente, de una continuidad de un mismo grupo, y no solo de un equipo en un año. El plantel que incluyó a Steph Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green y Steve Kerr como coach, jugó 5 finales seguidas (las dos primeras sin KD) entre 2015 y 2019, ganando 3 y conformando una dinastía. 

Lo que pasó después es bastante conocido. La trágica final contra Toronto en el 2019 les hizo perder no solo la definición, sino que Klay Thompson se rompió los ligamentos y estuvo dos años y medio sin jugar y Kevin Durant el tendón de Aquiles, ya para no volver a GSW y fichar luego en los Nets. Esas dos lesiones marcaron los siguientes dos años. 

Los Warriors fueron el peor equipo de la 2019/20 (Curry también se rompió y casi no la jugó) y en la 2020/21, también con problemas de lesiones, no llegaron a los playoffs. Pero desde febrero, con el retorno de Klay, más al crecimiento de Poole y la salud bastante en orden del resto (aunque hubo largas ausencias de Green y Curry), el equipo terminó llegando pleno a los playoffs. Y pasó sus series sin demasiados contratiempos, para subirse a la final 3 años después. 

Sin embargo, en el primer choque decisivo ante los jóvenes Celtics, cayeron sin discusión 120-108, con un demoledor 16-40 en contra en el último cuarto. ¿Cuál es el dato sorprendente de esto? Que los Warriors perdieron su cuarto partido final seguido de local. Sí, ante aquellos Raptors, en el 2019, se dio una serie extrañísima, coronada por las lesiones. GS arrancó de visitante, ganando 1 y perdiendo 1, pero luego cayó en los 2 siguientes, todavía en Oakland, quedando 1-3 abajo. Fue a Canadá y ganó el quinto, pero en el sexto, otra vez en casa, volvió a perder, completando unas finales para el olvido, ya que no pudo ganar ningún partido de local. 

Ahora va solamente uno, pero las sensaciones que quedaron post partido no son de extrema confianza hacia lo que puede pasar hoy y en el resto de la serie. Estos Warriors no ganarán el anillo si no juegan al máximo nivel, porque Boston ya le demostró que nunca está vencido. Y lo puede corroborar por sus series ante Milwaukee y Miami. Quizá los Warriors tuvieron un camino demasiado sencillo en los playoffs del Oeste, raramente más débiles este año. Con Boston será otra historia.

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