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Atenas sabía antes del inicio del partido que le quedaban 7 finales por delante, y que tenía que tomar una a una. La primera era Obras en Buenos Aires, quizá de lo más accesible dentro de un calendario tremendo, y sacó un aprobado grande, porque ganó 92-87 y salió momentáneamente de la zona roja que marcan los puestos 19 y 20, ahora ocupados por Unión e Hispano. Igualó a Argentino. 

Atenas sacó una rápida ventaja en el primer cuarto (29-15), con un tridente ofensivo conformado por Alonso (que ya pintaba para figura), Mosley y McClenton, consolidando la diferencia en el segundo, aunque no aumentándola (+11), manejándola en el tercero (+14) y perdiéndola en el último. En el final del último en realidad. 

Los 10 minutos finales fueron un parto para los cordobeses, porque si bien durante un buen tiempo lo controlaron (Obras se puso a no menos de 6), ganaban por 11 a 1m41s del cierre y casi lo pierden. Tres pérdidas de la visita le permitieron a Obras ponerse a 2 a 29s del final, con chances. Pero Alonso recibió el balón tras la presión defensiva y Smaniotti lo cortó innecesariamente, porque había tiempo para defender y buscar el empate o triunfo en la última. Alonso metió los libres, Obras falló y se acabó la historia. Fue 92-87 para Atenas, que ahora va por su segunda batalla, el sábado en casa ante Olímpico. 

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