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Lucas Fresno es una de las joyas argentinas, de las grandes promesas que se están desarrollando en tierras extranjeras y forjando su futuro como jugador. El marplatense, nacido en 2004, se formó en Sporting de su ciudad natal y tras un breve paso por Peñarol de Mar del Plata, armó las valijas y cruzó el charco.

Stella Azzurra fue el destino elegido por alero argentino entre otras ofertas que tenía y lo hizo principalmente por el prestigio de la cantera italiana. El principal objetivo de Lucas en el futuro cercano es poder representar al seleccionado argentino ya que todavía no pudo jugar por cuestiones de calendario tras suspenderse los torneos por COVID.

En Básquet Plus dialogamos con Fresno para conocer sobre su presente, su futuro cercano, la Selección Argentina y mucho más.

- ¿Cómo viviste la experiencia de la Euroliga Junior?
- El otro día me llegó un recuerdo porque fue hace justo un año. Ganar en Grecia fue una locura, mayormente por conocer el prestigio del torneo, yo ya lo había jugado con la categoría 2003 y sabía la expectativa que genera. Al jugarlo con mi camada y ganar la fase clasificatoria fue un sueño, sobretodo por haberme medido y haberme sentido a nivel. Metí 20 puntos en la final, cosas que ni me imaginaba. Después haber ido a Belgrado a competir con los mejores ocho, fue buenísimo. Creo que estuvimos a nivel, no tuvimos suerte capaz con algunos resultados para que nos vaya mejor, pero en general, lo redondearía como una experiencia buenísima.

- Jugar este tipo de competencias, ¿te hace prepararte de una manera distinta o especial?
- Seguro porque sabes que entre esos chicos, por más que sea un torneo de under 18, hay varios que el año siguiente se van al draft de la NBA o están jugando con los mayores en ligas buenas, entonces sabes el prestigio del torneo y eso te lleva a prepararte de la mejor manera que puedas.

- ¿Hubo algo o alguien o un jugador que te llamó la atención de los que enfrentaste?
- Me acuerdo mi primera Euroliga, jugué con Nikola Jovic, que ahora está en Miami Heat. Me mandaron a defenderlo en mi segundo partido porque él venía de hacer un buen partido contra Barcelona en el primer partido. Era sentirme totalmente inferior. Un tipo que con 18 años, me lleva un año, entendía todo el juego, creo que medía 2.08 metros, tiraba, penetraba, reboteaba.

- ¿Y cuando viste que lo eligieron en el draft, qué recuerdos te trajo?
- Miro para atrás y realmente fue buenísimo. Me llena de orgullo el hecho de saber que competí contra gente de ese nivel. Siempre está bueno competir contra los mejores, te vaya como te vaya. Ver y saber que un chico con el cual jugaste está en la NBA, está buenísimo porque quiere decir que estoy haciendo las cosas bien y jugando contra los mejores.

- ¿Eso te hizo cambiar un poco la cabeza, el tema de enfrentar a un jugador como Jovic, de cara al futuro?
- La verdad que si, no te voy a mentir. Cuando ves que hay un nivel mucho más alto que el tuyo un poco te mueve el piso y decís, ‘Che, tengo que laburar más fuerte’. Eso es lo bueno que te dejan estas experiencias contra estos jugadores que son especiales, un poco te mueve el piso y te empuja a pedirte más a vos, a exigirte más en los entrenamientos para estar más cerca de ese nivel.

- En la competencia interna italiana, ¿cómo viene siendo tu trabajo, tu situación?
- Desde que llegué noté que la Stella tenía bastante prestigio a nivel europeo y a nivel italiano, ni hablar. Por suerte me pude acomodar rápido al estilo de juego que tienen acá de ser muy agresivos en defensa y jugar bolas rápidas en ataque. Eso me vino rápido por cómo juego. Con la Stella, acá dentro de Italia, creo que estamos un paso arriba de los demás más que nada por cómo lo demostramos en los torneos acá. Siento que cuando va la Stella a algún lado, están todos esperando que perdamos.

- Ahora también estás sumando minutos en el equipo de Primera que compite en A2, ¿cómo estás viviendo esa experiencia?
- El paso de under a Mayores es duro. Lo hablo con mis compañeros y todos coincidimos en lo mismo. Por ahí estás entrenando y no ves minutos por un par de partidos, medio que te empieza a tirar para atrás la cabeza, pero creo que está bueno para ponerse duro, aguantar el hecho de no jugar y que te lleve a mejorar aún con más ganas. El roce con la gente grande no es la misma que las juveniles y hay que seguir mejorando.

- ¿Cómo ves el nivel de la A2?
- Es bastante alto, un poco más de lo que me imaginaba cuando llegué a Italia. Hay muy buenos extranjeros y los nacionales también son buenos, más que nada porque la A1 está mejorando bastante entonces varios jugadores que jugaban en la máxima categoría, se van moviendo a la segunda. La verdad tiene una jerarquía enorme, sin ir más lejos, Lucio Redivo está jugando como extranjero.

- ¿Cómo te proyectas en los próximos meses, cuáles son tus objetivos?
- Más que nada me gustaría ir a jugar para la Selección. Lo primero que estoy mirando ahora es el Mundial de Hungría de U19. Ese es mi principal objetivo. Acá tenemos el campeonato italiano de U19 que queremos ganarlo para seguir sumándole prestigio al club, pero, ya te digo, el Mundial es algo que me tira muchísimo y me encantaría ir a Argentina para entrenar con el seleccionado.

- ¿Depende de vos poder ir a entrenar? 
- Primero esperar que me citen y cuando arranque el campamento de entrenamiento yo ya habré terminado de competir con la U19, a nivel juvenil no tendré más competencia y desde el primer equipo, creo yo, que me dejarán ir con Argentina.

- ¿Qué significa poder jugar para la Selección Argentina?
- Es un sueño, que por una cosa u otra todavía no lo pude cumplir. El año pasado me hubiera encantado jugar con los chicos en Canadá o el Sudamericano pero por una cuestión de fechas con la Euroliga no pude ir. Este año tengo todavía más ganas porque además quiero sacarme la espina de representar al país que, me parece, es lo que más quiere un argentino que juega al básquet.

- ¿Tuviste algún contacto con el cuerpo técnico de la Selección Mayor?
- El año pasado estuve muy en contacto con Herman Mándole, que estaba como coordinador de las Formativas y estaba en el staff del Che García. Ahora está en Varese. La verdad que me sentí muy acompañado y sentí contención por parte de la CABB.

- De a poco los jugadores jóvenes están sumando minutos en la Selección Mayor, ¿tenés esperanzas de que te llegue ese llamado?
- A mi me encantaría, sin dudas. Quizás hoy, siendo realista, no se si soy una prioridad para el equipo argentino más que nada por el presente que tienen los Mayores ahora. Pero obvio que sería un sueño estar con ellos.

- ¿Te llamaron para representar a la Selección Italiana?
- No, la verdad que no. Primero que nada, yo al pasaporte italiano no lo tengo. Cuando firmé mi contrato con el club, tenía que firmar una declaración jurada en la cual debía renunciar a la Selección Argentina y mostrarme elegible a la italiana para que, capaz, sea más fácil el trámite del pasaporte. Pero cerré la puerta inmediatamente. No renunciaría a la Selección Argentina jamás. Yo soy argentino, no pienso jugar en otra selección que no sea esa, no me sentiría representado de la misma manera. No jugaría nunca para ellos, la única camiseta que me tira es la de Argentina.

- ¿Por qué te decidiste o te inclinaste a ir a la Stella Azzurra?
- Cuando yo vine, en 2021, las competencias en juveniles estaban un poco estancadas por el tema COVID, conocía el prestigio de la Stella Azzurra por Lucas Maglietti y me parecía una academia de mucho nivel. Cuando llegué acá descubrí que su prestigio era aún mayor. Apenas recibí un llamado de acá, ni lo dudé.

- Se habla mucho de los jóvenes que deciden irse al extranjero a temprana edad y, en ocasiones, para competir en competencias de menor jerarquía que la Liga Nacional. En tu caso, ¿qué te hizo decidirte a partir?
- Yo no estaba pensando tanto en las mayores sino en hacer las juveniles acá en Stella y así poder jugar todas las competencias de menores en las que compite y, como si fuera poco, jugar dos años en la Euroliga. En Argentina, a veces, no se les da mucha competencia a los jóvenes en la Liga Nacional y estar con 18 o 19 años solo jugando Liga de Desarrollo, con todo el respeto que la competencia se merece, pero hoy en día juegan chicos de menor edad que nosotros, no queda en la misma balanza que jugar una Euroliga juvenil. Es muy difícil que un equipo de Liga Nacional, por la exigencia que tiene la Liga Nacional, pueda garantizarle minutos siendo un jugador joven, por eso opté por venirme afuera.

Federico Radulovich / [email protected]
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