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La gran sorpresa de estas jornadas iniciales de la primera ronda la dio New Orleans, que anoche volvió a ganar en Portland y se puso 2-0 ante el tercero del Oeste. Los Pelicans demostraron que lo sucedido el sábado pasado no había sido casualidad y nuevamente se mostró muy compacto y firme en los minutos finales de un partido muy igualado, que terminó siendo la clave del 111-102 final.

Los de Gentry mantuvieron en la postemporada el envión positivo del final de la fase regular y, a partir de un Jrue Holiday sensacional (33 puntos y 9 asistencias) se acercaron a la siguiente instancia, ya que los próximos dos juegos se llevarán a cabo en New Orleans. La omnipresencia de Anthony Davis fue otra clave, que se tradujo en 22 puntos, 13 rebotes y 2 tapones para el interno. 

Pero quizás el punto más alto de los visitantes fue la defensa, sobre todo sobre Damian Lillard, el jugador franquicia de los Blazers. El armador volvió a defraudar en estos playoffs y en la noche de domingo se quedó en 17 puntos y 4 asistencias, cuando en realidad su equipo necesita mucho más de él para ser competitivo. En contrapartida, NOLA tuvo a un Rajon Rondo súper productivo, que demostró que está hecho para estos momentos a partir de una producción compuesta por 16 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias.

En un partido rachero, los locales disfrutaron de una ventaja de 9 puntos en el cierre de la primera parte, pero no pudieron defenderla en el complemento y rápidamente los Pelicans comenzaron a limar la diferencia, a un punto tal que lograron un liderazgo de 11 puntos (máxima), en la medianía del tercer período. No obstante esta situación, Portland siguió batallando y logró entrar en los minutos finales del partido realmente cerca en el marcador, pero en esos momentos cruciales pesó más la jerarquía de la visita, que hemos detallado anteriormente.