NBA

Los inteligentes movimientos que le devolvieron la gloria a Boston Celtics

19:00 02/08/2020 | Danny Ainge fue el responsable. Juntó a Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen en un mismo equipo. Esa temporada los verdes fueron campeones.

Garnett, Allen y Pierce se consagraron en 2008 (Foto: NBA)

Después de tantas complicaciones, la luz no parecía sobresalir al final del túnel y fue el mismo Paul Pierce quien, ante los rumores de su traspaso, le pidió explicaciones a Danny a Ainge. Finalmente, el gerente mantuvo al número 34, escuchó lo que tenía para decir y en la noche del draft 2007 canjeó a Delonte West, Wally Szczerbiak y la elección número cinco de ese año por el jugador franquicia de Seattle Supersonics, Ray Allen.  

Además, en julio de ese mismo año, Ainge logró otro traspaso al enviar a Al Jefferson, Sebastian Telfair, Ryan Gomes, Gerald Green, Theo Ratliff y dos futuras elecciones de draft a cambio de Kevin Garnett, uno de los mejores jugadores interiores de todos los tiempos.  

Con la llegada de Ray Allen, Kevin Garnett y una serie de jugadores de rol del calibre de Sam Cassell, James Posey y Eddie House, más la calidad de Paul Pierce, y unos jóvenes con licencia para matar como Rajon Rondo, Tony Allen y Kendrick Perkins, los Celtics de la temporada 2007-2008 se convirtieron en el mejor equipo por antonomasia de la NBA.  

Se quedaron con el mejor récord entre los 30 equipos (66-16) y se coronaron campeones del mundo tras derrotar a Los Angeles Lakers en una serie que dominaron con autoridad (4-2), desplegando un baloncesto excelso que rozaba la perfección en ambos costados de la cancha.  

Luego de casi una década en el Olimpo del básquet, compitiendo al más alto nivel, con un grupo de amigos que estaba por encima de todo, los Celtics comenzaron a languidecer y la veteranía empezó a pasar factura.  

Las lesiones y los minutos dosificados se apoderaron de la plantilla verde y tanto Garnett como Pierce, Allen y Rondo debieron perderse partidos en consecuencia. Finalmente, una derrota en primera ronda en la temporada 2012/13 frente a New York Knicks (4-2) terminó siendo la gota que rebasó el vaso y la reconstrucción era nuevamente inminente.  

Dicen que lo más difícil es decirle adiós a quien se amó, que las despedidas son esos dolores dulces y que nada es más aventurado que volver a empezar. Sin embargo, Danny Ainge dejó los sentimientos de lado e ideó un plan para mantener la combatividad, dejando sentado que el equipo está por encima de todo y que nadie ni nada es más importante que Boston Celtics.  

Con cabeza fría y a pesar de las proezas logradas, el gerente general dejó ir a Doc Rivers y contrató a Brad Stevens, quien no contaba con experiencia NBA, pero que había tenido grandes desempeños en la Universidad de Butler, en la cual se convirtió en el primer entrenador en llevar al equipo a un Final Four de la NCAA.

Luego, Paul Pierce, Kevin Garnett y Jason Terry fueron traspasados a Brooklyn Nets, a cambio de Gerald Wallace, Kris HumphriesMarShon Brooks, Keith Bogans y Kris Joseph, además de tres futuras elecciones del draft que los de la Gran Manzana todavía se lamentan hasta el día de hoy de haber aceptado. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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