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Esta jornada marca el cumpleaños número 39 de Kobe Bryant, uno de los jugadores más desequilibrantes que ha dado el juego en la última época. Jugó 20 temporadas en la NBA (todas con los Lakers), ganó 5 anillos de la NBA, siendo el MVP de las Finales en dos oportunidades. En adición, fue el mejor rookie de la temporada 1996/97 y participó 18 veces del All Star Game. Una carrera así no se construye de la noche a la mañana, sino que está basada en una ética de trabajo superior a la media. A continuación compartimos los hábitos más impresionantes de las grandes figuras de la historia de la NBA, recapitulada por Business Insider:

1. Entrenaba cuando el resto solía dormir

Preparación para los Juegos de Beijing 2008, 8:00 de una mañana cualquiera en plena etapa de entrenamientos. En ese horario la mayoría de los jugadores del seleccionado estadounidense comenzaba a desayunar, pero la rutina de Kobe era diferente, tal como le contaron Bosh y Wade a ESPN: "Estamos en Las Vegas, todos bajamos para el desayuno del equipo y Kobe viene con el hielo sobre sus rodillas, sus entrenadores, empapado en su equipo de entrenamiento. Nos quedamos como 'Son las 8 de la mañana, hombre'".

2. Decidió bajar 7.25 kilos para los Juegos Olímpicos de Londres

No es que estuviera excedido de peso, sino que lo hizo para prevenir sus rodillas debido a que no iba a tener vacaciones aquel verano por los Juegos. "Este torneo conduce directamente a la temporada - y estoy esperando a jugar hasta el próximo mes de junio - tengo que cuidar mis rodillas y recortar un poco mi peso", le comentó a The Guardian.

3. La rutina de entrenar a las 5 de la mañana ya la había adoptado desde su etapa en High School, antes de ir a clases.

4. Contaba los tiros anotados en cada entrenamiento, para asegurarse que llegara a anotar 400, según le contó a Sports Illustrated.

5. Le realizó un pedido a Nike, su marca comercial, para que modificara sus zapatillas algunos milímetros. De esa manera podría mejorar su tiempo de reacción en una décima de segundo.

8. También practicaba sin la pelota

“Podías llegar y encontrarlo cortando y moviéndose como si estuviese driblando o tirando, pero no tenía el balón. Pensaba que era extraño, pero estoy seguro de que le ayudaba”, le dijo Shaquille O'Neal a LA Times.

9. Entrenamientos súper exigentes en los días de partido

Llevaba a cabo más de una docena de ejercicios de gran exigencia. Entre ellos series especiales de flexiones, en los que al subir su cuerpo ejercía tanto impulso como para golpearse el pecho con ambas manos antes de volver a bajar.