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Loyola-Chicago es la gran revelación que nos ha dado el Torneo NCAA, con la pequeña universidad metiéndose entre los clasificados para la Final Four de San Antonio. Los Ramblers estaban preclasificados 11° en su región de 16 equipos, pero están teniendo una postemporada soñada y se animan a pelearle el título a los rivales más grandes de la competencia.

Detrás de esa historia de cenicienta, ha emergido la figura de la Hermana Jean, una monja de 98 años que se está llevando todas las cámaras en los Estados Unidos, tomando incluso mayor popularidad que los propios jugadores o entrenadores de Loyola-Chicago.

La mujer, llamada Jean Dolores-Schmidt, tiene la función de capellán del equipo desde 1994, pero no se limita solamente a eso: debido a su experiencia dirigiendo y jugando al básquet, también colabora con los reportes de scouting, realiza discursos antes de los partidos y análisis post-encuentro a través de mails. Y por supuesto, colabora desde lo espiritual.

"Es como un técnico más", le contó Donte Ingram, una de las figuras del equipo, al Chicago Tribune. "En mi primer partido me agarró desprevenido. Pensé que solamente iba a rezar. Lo hizo, pero después agregó: tienen que hacer el box out y cuidarse del número 23".

Ahora los Ramblers y la Hermana Jean esperan seguir haciendo historia en un Final Four donde también se ha clasificado Michigan y que se completará con los ganadores de los duelos de esta tarde entre Texas Tech-Villanova y Kansas-Duke.