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Si bien este año la tendencia parece haber bajado parcialmente, debido en gran parte al contexto económico del país, está claro que desde la liberación de los cupos de extranjeros, el ingreso de foráneos a la Liga Nacional se ha potenciado exponencialmente. Pero mientras algunos equipos tienen el suficiente presupuesto como para contratar jugadores probados, con pasado reciente en el torneo o en alguna otra competición importante, son muchos los que se ven obligados a realizar apuestas, prácticamente a oscuras y con un alto porcentaje de riesgo.

Ante esta situación nos surgió una pregunta: ¿hay alguna forma de achicar el margen de error a la hora de sumar extranjeros sin paso por la Liga? Y mientras que por supuesto que la respuesta afirmativa no es absoluta, creemos que hay algunos indicadores que pueden ser interesantes a la hora de predecir el éxito de determinada incorporación. Luego, de la teoría a la práctica hay cientos de factores que pueden influir, pero la idea de acortar ese porcentaje de fallo, no deja de ser atrayente.

El indicador que en este caso nos propusimos abordar, tiene que ver con el rendimiento de los fichajes en los últimos pasos de sus carreras. Para eso, recurrimos a los planteles de las pasadas tres temporadas de la Liga y seleccionamos a todos los foráneos con al menos 20 partidos jugados. En total encontramos 80 casos y en ellos se basó nuestro estudio, utilizando para nuestro modelo, los números de estos jugadores en las cinco campañas previas a su llegada a la Argentina.

¿De dónde llegan?

El primer dato que podemos extraer tiene que ver con la procedencia de estos refuerzos. ¿De qué competencias vienen al momento de llegar a la Liga? La respuesta la pueden encontrar en la siguiente tabla, con una aclaración clave: la Liga Uruguaya no cuenta con web oficial con estadísticas, por lo que se quedó afuera de nuestro informe. Seguramente de no ser por esta cuestión, la LUB figuraría entre las primeras de la lista.

El torneo más frecuente para los extranjeros que llegan a nuestro país es la LPB de Venezuela, por un amplio margen de diferencia. En total, entre los 80 casos estudiados, registran 41.193 minutos en ese certamen. Lo siguen la BSN de Puerto Rico con 23.419, la LNBP de México con 19.770, la NBB de Brasil con 14.019 y la G-League con 13.861.

En cuanto a partidos jugados, el ranking es similar. La LPB lidera con 1509 encuentros, seguido por la BSN (899), la LNBP (649), la G-League (547) y la NBB (541). Vale repetir que el informe solo tiene en cuenta a los jugadores que tuvieron cierto éxito en la Liga (duraron al menos 20 partidos).

¿Cómo es la transición a la Liga?

El siguiente paso del estudio pasó por comparar todas las estadísticas de cada jugador en las otras competencias, en relación a lo que terminaron realizando en la Liga. ¿Mejoraron sus números?, ¿los empeoraron?, ¿los repitieron? Preguntas que fuimos respondiendo caso por caso y que a continuación compartimos con ustedes, repasando todas las ligas con al menos 150 partidos de prueba.

Como es lógico, los jugadores provenientes de las mejores ligas, elevan su rendimiento una vez llegados a la Argentina. Por ejemplo, aquellos provenientes de la ACB o la liga griega, promedian 4 puntos más por cada 40 minutos en cancha. Cerca aparece la G-League (+3 puntos) y por debajo Francia (+2) e Israel (+2). Si acudimos al total de todas las estadísticas, el mayor impacto positivo lo tienen España (+14), Grecia (+12), Francia (+12), la G-League (+5) e Israel (+2). En otras palabras, los jugadores que llegan desde estas competencias suelen tener éxito y dar buenos resultados en nuestro torneo.

Si nos vamos al otro lado de la balanza, hay que marcar a la liga coreana como la de peor transición (de nuevo, entre las que registran al menos 150 partidos de ejemplo). Los jugadores provenientes de la KBL anotan 8 puntos menos por cada 40 minutos en cancha, una vez que llegan a la Argentina. Se sabe que en las ligas asiáticas se juega muy poca defensa y estos números así lo confirman. De hecho, Corea no es el único ejemplo: los que vienen de la CBA china anotan 3 puntos menos y los que llegan desde Filipinas 4 menos.

Un caso particular es el de México, otra competición que no suele generar demasiados aciertos. Sumando las estadísticas de la LNBP, el impacto da un promedio de -17, mientras que la CIBACOPA (segunda categoría) registra un -16. Esto es particularmente significativo, ya que la LNBP es la tercera liga más común entre los extranjeros del informe (649 partidos) y la CIBACOPA aparece décima (186). Los clubes argentinos suelen nutrirse seguido de foráneos con paso por México, pero sus números son muy diferentes una vez que se suman a la Liga.

¿Cuáles son los certámenes de mayor semejanza con el torneo argentino? El que sobresale es la BSN de Puerto Rico. Sus jugadores mantienen prácticamente los mismos números en la Liga (diferencia estadística total de 0), lo cual es aún más importante si tenemos en cuenta que la BSN es la segunda liga más frecuente en el repaso (899 partidos). Las estadísticas que se consiguen allí, suelen ser un buen indicativo para lo que puede suceder luego aquí.

Otros datos

Un punto interesante pasa por la comparación entre las cuatro ligas continentales europeas más importantes: las dos de ULEB (Euroliga y EuroCup) y las dos de FIBA (Champions League y Europe Cup). Como es lógico, los números en la Liga se potencian claramente en comparación a los de la Euroliga (+19 total), algo que también sucede con la Champions League (+12) y en menor medida, la EuroCup (+6). Bastante más similar es la historia con la Europe Cup: apenas un +1 total, manteniendo un promedio de puntos por cada 40 minutos neutro. 

Por último, separamos las ligas en cinco rangos y obtuvimos los números conjuntos de cada uno de esos grupos: ligas del Caribe (México, Puerto Rico, Venezuela), asiáticas (China, Filipinas, Corea, Líbano), primer nivel europeo (España, Italia, Francia, Euroliga, etc.), segundo nivel europeo (Champions League, Legadue, LEB Oro, Israel, Ucrania, etc.) y tercer nivel europeo (Hungría, Finlandia, Suecia, Rumania, etc.).

Los números del primer nivel europeo siguen siendo claramente los más destacados, con un impacto estadístico total de +9. Mucho más pareja es la comparación con el segundo nivel de Europa, el cual incluso tiene una transición numérica inferior en la Liga (-2). ¿El tercer nivel europeo? Claramente inferior, con un -19, empatado con el básquet asiático. Los números de las ligas caribeñas también sufren cuando se comparan con los que se obtienen en la Liga Nacional: bajan a un total de -7.