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San Antonio cayó en la noche de martes ante los Wizards (116-106) y sumó su quinta derrota consecutiva en la ruta, con lo que su récord decayó a un 43-32. No obstante la derrota, aún se pudieron mantener en el sexto puesto, a falta de siete partidos para el final de la temporada regular.

Durante los primeros quince minutos el partido estuvo bastante parejo, pero en ese momento se produjo el quiebre definitivo del partido y así lo explicó Manu Ginóbili en lo vestuarios: "Fue un mal pasaje en el partido, estábamos arriba por ocho puntos y tuvimos un par de equivocaciones consecutivas, tanto en ataque como en defensa. El juego estaba apretado y ellos metieron un parcial muy bueno, las rachas suceden en los partidos, aún jugando bien. Pero nosotros los ayudamos con un par de distracciones. De estar ganando por 8 o 10 puntos, pasamos a perderlo por 7 en un período muy corto de tiempo".

Lo más preocupante, por sobre la derrota en sí, fue la lesión de LaMarcus Aldridge, cerca del cierre de la primera mitad. Las molestias se dieron en su rodilla izquierda y este miércoles se le realizarán estudios específicos para determinar la gravedad de la lesión. Igualmente, en el seno de los Spurs son optimistas y así lo demostró Manu: "Teniendo en cuenta la forma en que ha estado jugando y nuestro reciente éxito en esos juegos, estamos en el punto en que si LaMarcus tiene tos, un resfriado, estamos en un gran problema. Afortunadamente, no es serio porque va a ser muy difícil anotar sin él y tenemos partidos difíciles contra los equipos que necesitan ganar". Realmente lo necesitamos".

Ante la incertidumbre del estado físico de Kawhi y su imposibilidad de jugar durante casi toda la temporada, Aldridge se ha transformado en la principal figura y vía de gol del equipo: esta temporada, en 68 partidos jugados, promedia 23.1 puntos y 8.3 rebotes. Los Spurs volverán a jugar el jueves ante OKC, los cuartos en el Oeste, en condición de local.

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