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Los buenos equipos no se forman solamente de estrellas, sino también de jugadores de rol y complementarios, capaces de impactar un partido sin necesariamente brillar o saltar a la vista. Todo entrenador conocé el valor de estas piezas, como también los seguidores más atentos de sus respectivos equipos. Para darle algo de mayor reconocimiento a su tarea, en muchos casos silenciosa, armamos esta lista con 15 jugadores nacionales que creemos son los más subvaluados en la competencia.

Sebastián Orresta: el base no brilla desde el goleo, pero es pieza clave en uno de los equipos que mejor juega en la Liga Nacional. Sacando la anotación, donde cada tanto también sorprende, aporta en todos los rubros: defiende duro, asiste, colabora con algunos rebotes y sobre todo, organiza y ordena. Sin él, Estudiantes no tendría este presente.

Matías Sandes: el ala pivote es de los jugadores con más recursos de toda la competencia y aún en un equipo repleto de estrellas como San Lorenzo, se las arregla para ser pieza fundamental viniendo desde el banco. Pocos tienen su visión de cancha y creatividad jugando de espaldas al aro. Es una verdadera garantía desde la segunda escuadra.

Facundo Giorgi: luego de una temporada complicada en Sionista, Giorgi ha tenido un resurgimiento enorme, tanto en lo individual como en lo colectivo. Debido a los idas y vueltas de Estudiantes en el puesto de ala pivote, le ha tocado ser titular en buena parte del certamen y ha respondido con creces. Defiende como siempre, pero además ha sido decisivo con su tiro de tres puntos, ayudando a generar espacios para Tucker y Justiz.

Martín Cuello: si bien todavía le falta ganar algo de regularidad, Cuello es de los jóvenes que más progreso han tenido en la competencia. En muchos partidos ha sido un revulsivo importante para Ferro, viniendo desde el banco y aportando puntos y energía. Tiene talento para ser aún más a futuro.

Eduardo Gamboa: si de revulsivos hablamos, qué decir de Gamboa. Más allá que La Unión no está teniendo la mejor campaña, el Tucu sigue siendo sumamente importante desde la segunda unidad, aportando electricidad y puntos a un equipo al que no le sobra desequilibrio.

Tomás Zanzottera: es cierto que a Zanzo se lo tiene en consideración, quizá como a pocos de esta lista. Pero la realidad es que su aporte hoy parece ser aún más importante del que muchos creen: desde la salida de Todd Brown, se ha transformado en uno de los mejores anotadores nacionales del torneo. Tiene recursos para convertir desde todo el campo y ha ganado una regularidad muy interesante.

Eric Flor: es sin dudas una de las revelaciones de la Liga. Flor venía de jugar poco en el San Lorenzo campeón, pero con minutos en Quilmes se ha destacado. Ha tenido varios juegos sensacionales y junto a Luca Vildoza han conformado una de las medias-canchas más picantes del certamen. Veremos hasta dónde lo sigue potenciando su crecimiento.

Iván Basualdo: el ala pivote no brilla ofensivamente, pero en defensa es de lo mejor de la competencia, con intensidad y mucha capacidad atlética. El día que desarrolle un tiro de tres confiable (no anotó ningún triple en esta campaña), será un jugador de proyección internacional.

Lucas Faggiano: otro que ha excedido ampliamente lo que venía de ser su rol en el San Lorenzo 2015/16. Dentro de un San Martín con varios otros jugadores talentosos que pueden jugar de bases (Reynaldo García, Juan Pablo Cantero y Matías Lescano), Faggiano se las ha arreglado para destacarse y tener una de sus mejores campañas en la Liga. Con su velocidad, defensa y mejorado ataque, es uno de los bases más sólidos del Norte.

Juan Fernández Chávez: lamentablemente una lesión lo ha complicado y estará un buen tiempo afuera de las canchas. Sin embargo, ha sido positivo ver cómo el perimetral ha recuperado el nivel mostrado en el Quimsa campeón, luego de un año difícil en Lanús. Es uno de los mejores tiradores de la competición y un buen defensor. Dentro de nuestro escenario, luce como el jugador de rol ideal, con incluso potencial para ser más.

Diego Guaita: el interno ha sido uno de los pocos puntos destacados de un Olímpico muy irregular. El equipo siempre ha rendido mejor con él en cancha y no solo aporta dureza en la zona pintada, sino también un muy certero disparo a media y larga distancia. Una garantía.

Jonatan Slider: la temporada que está haciendo Estudiantes, en comparación a lo que se esperaba en la previa del torneo, es la confirmación de que su plantel está repleto de jugadores subvaluados. Y Slider es otro de ellos. El escolta ha abierto muchísimos partidos con su gran mano exterior y es de los suplentes más rendidores de la Liga. Los de Concordia tienen un gran número de variantes y Slider es una de ellas, noche tras noche.

Mariano Fierro: a Fierro le costó un par de meses encontrar un equipo en esta temporada, lo cual garantiza su lugar en esta lista de jugadores subvaluados. El básquet de hoy precisa cada vez más de ala pivotes versátiles y atléticos, algo por lo que el jugador de Hispano siempre se ha destacado.

Eduardo Vasirani: al ex jugador de Gimnasia todavía le falta terminar de consolidarse en la categoría, sobre todo en términos de regularidad, pero ha demostrado que pertenece y que puede ser incluso un jugador de impacto positivo. A su buena altura, energía y capacidad rebotera, le está agregando algunos flashes de movimientos muy interesantes en el juego de espaldas. Será interesante ver cómo transcurren sus próximas campañas.

Juan Arengo: al escolta de Regatas le tocó tener muchos minutos en la 2016/17, sobre todo al inicio de la misma, y siempre respondió. Tiene uno de los mejores +/- de la competencia (18°) y no es casualidad: a pesar de su altura, es intenso defensivamente, y con mucho gol en sus manos. Otro cuyo rol seguramente crecerá en los próximos años.