NCAA 2017/18

Facundo Arens: "En Bahía Basket se entrena igual o más que en la NCAA"

23:17 20/11/2017 | El base-escolta bahiense, que partió hace poco a jugar a Kutztown en la NCAA, habló de la decisión de haber pegado su salto desde Bahía Basket.

Arens ante una nueva experiencia en su joven carrera
Facundo Arens llegó a Bahía Basket con un objetivo en claro: jugar la NCAA. En 2016, el talentoso alero decidió no jugar el TNA con Olimpo, para darle vuelo a sus sueños. Con sus objetivos en claro, eligió a Bahía Basket como trampolín para saltar a la universidad y, tras una temporada de Liga de Desarrollo -2016/17, donde fue campeón- llegó a la Universidad de Kutztown.
 
“Quería seguir estudiando, pero no quería dejar de lado el básquet. La realidad es que mi sueño es vivir como jugador profesional, y que el estudio sea un plan B”, explicó.
 
- ¿Por qué tomaste la decisión de ir a una Universidad?
- En el 2014, Daniel Allende, directivo del Club Olimpo, me dijo que empezará a tener en cuenta la posibilidad de ir a Estados Unidos a estudiar y jugar al básquet. A partir de ahí, empecé a interiorizarme más sobre las diferentes universidades, y la vida de los jugadores universitarios. Cuando llegó mi último año del secundario aquello que había comenzado como una posibilidad, se convirtió en un sueño. La razón más fuerte fue porque mis padres desde pequeño siempre me inculcaron que tenía que jugar, pero a la vez estudiar. Entonces, quería seguir estudiando, pero no quería dejar de lado el básquet. La realidad es que mi sueño es vivir como jugador profesional, y que el estudio sea un plan B. Esto en Argentina no es imposible, pero no es lo mismo y no tenemos las mismas herramientas.
 
- ¿Por qué elegiste Bahía Basket antes de dar el salto?
- Luego de varios años de estar en Olimpo, el club que me acobijo desde pequeño, sentí la necesidad de un cambio, y el único lugar en Bahía Blanca para dar un salto de calidad era Bahía Basket. En mis planes estaba irme a una Universidad de Estados Unidos, eso fue lo que hablé con Pepe Sánchez en la primera reunión que tuvimos. Le expliqué que no importaba si no tenían lugar para jugar en el club, lo que quería era entrenar con ellos. Entonces, Pepe me abrió las puertas de Bahía Basket, y además, me dijo que iba a hacer todo para que yo pudiera ir a una universidad. Empecé a entrenar, y con el tiempo Mauro Polla me consultó sobre la posibilidad de sumarme al equipo de Liga de Desarrollo. Obviamente, no lo dudé un segundo porque era una oportunidad muy linda para aprender, y también para no estar tanto tiempo entrenando sin competir. Hoy puedo decir que no me equivoqué en mi decisión porque en Bahía Basket se entrena igual o más que una universidad. Por eso, de antemano yo estaba preparado desde lo mental y también desde lo físico para afrontar este nuevo desafío. Sin dudas Bahía Basket está en el top de los clubes argentinos y, obviamente, era el paso que tenía que dar si realmente quería cumplir mi deseo.
 
- ¿El hecho de que Pepe haya transitado el camino que vos elegiste, te dio mayor tranquilidad y confianza?
- Sin dudas. Creo que Pepe es una persona a la que le debo todo, no sólo porque me consiguió esta posibilidad, sino porque he tenido largas charlas con él, donde me adelantó lo que iba a vivir. Es decir, me preparó durante esos meses que estuve en Bahía Basket para que sepa con qué me iba a encontrar. Ahora sigo en constante contacto con él porque quiere saber como estoy, si me siento bien, como me tratan, etcétera. Creo que caminos hay muchos, pero saber elegirlos es lo más importante.
 
- ¿El estudio fue una pretexto o estabas convencido que querías hacer ambas cosas?
- Una de las principales razones por la que elegir venir fue porque podía jugar y estudiar a la vez. Acá, al estudio y al básquet se lo toman muy en serio. Si faltas o te va mal en una clase, después se vienen las consecuencias. El estudio es lo principal.
 
- ¿Qué carrera universitaria elegiste?
- Fisoterapia. La elegí porque es como un camino paralelo al deporte, entonces el día de mañana me podría dedicar a esto y estar en contacto permanente con el deporte. Además, me interesa mucho, y me da mucha curiosidad el tema de que es lo que le pasa al cuerpo y cómo podemos solucionar esos problemas.
 
- ¿Cuáles son las principales diferencias qué encontraste?
- Creo que la principal diferencia es que en es muy difícil complementar el estudio con el básquet profesional. Sí, se puede estudiar a distancia, pero no es lo mismo que presenciar una clase. En Estados Unidos está todo muy organizado y muy estructurado. A mi entender, una de las soluciones es que exista un convenio entre las universidades y los clubes.
 
- ¿Te costó la adaptación?
- Sí, además del idioma, todavía no lo domino al 100%, lo que más me costó fue levantarme temprano para ir a cursar, en el medio entrenar o ir al gimnasio, volver a cursar a la tarde, y entrenar nuevamente a la noche. Así todos los días. Tenemos que cumplir horarios estrictamente. Me costó, sobre todo, en el primer mes. Ahora estoy muy bien, con el tiempo se fue haciendo una rutina que, al fin y al cabo, la terminas disfrutando porque la pasas bien. Como diría mi abuelo, “antes de correr hay que aprender a caminar”.
 
- ¿Cómo trabajaste el aspecto mental?
- Soy una persona muy familiera, a la que le gusta pasar mucho tiempo en mi casa con mis amigos, mi familia y mis perros. Los domingos siempre son en familia, por eso pensé que me iba a costar mucho más el hecho de estar lejos de todo esto. Hasta ahora lo llevo muy bien. Obviamente que estoy en contacto permanente. Además, el hecho de cursar y entrenar hace que los días pasen muy rápido y la verdad es que nos terminamos acostumbrando a esta vida, estamos todo el día ocupados, y la cabeza la tenemos ocupada en otra cosa. En un principio pensé que se me iba a hacer un poco más difícil, pero, por suerte, me siento muy bien. Igualmente, en la semana de Navidad mis hermanas vienen para acá.
 
Fuente: 
Prensa Bahía Basket

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